lunes, enero 28, 2008

Chucherías y espejitos zacatecanos...



Ya sólo pienso en regalarte chuches y globos de colores... Te escribiré mientras tanto...

ACERCA DE LOS ESPEJOS Y LA IMAGINACIÓN

La ciudad de Valdrada, según nos la describe Italo Calvino en su libro Ciudades Invisibles, fue construida a orillas de un lago y posee la extraña cualidad de reflejar en tal espejo de agua punto por punto su planta, todos sus relieves y elementos arquitectónicos, pero también el interior de sus habitaciones, las perspectivas, los pavimentos y cielos rasos, incluso los actos de sus habitantes son a la vez ese acto y su imagen especular, gracias a la habilidad de sus fundadores o al capricho inexplicable de los dioses que iluminaron su construcción.

Escribe Calvino que “cuando los amantes mudan de posición los cuerpos desnudos piel contra piel buscando cómo ponerse para sacar más placer el uno del otro, cuando los asesinos empujan el cuchillo contra las venas negras del cuello y cuanta más sangre grumosa sale a borbotones, y más hunden el filo que resbala entre los tendones, incluso entonces no es tanto el acoplarse o matarse lo que importa como el acoplarse o matarse de las imágenes límpidas y frías en el espejo”. Pero aunque pudiera parecer irrefutable, las dos ciudades gemelas no son iguales: “nada de lo que existe o sucede en Valdrada es simétrico”, ni todo lo que fuera del espejo parece tener sentido “resiste cuando se refleja.

Italo Calvino apenas nos escribe sobre los habitantes de Valdrada. De sus palabras sólo deducimos que allí viven amantes y asesinos, y que disfrutan del placer de contemplarse en la comisión de los actos que les inducen sus instintos naturales, sus pasiones. Yo creo que Calvino ocultó deliberadamente la genealogía de estos ciudadanos y que todos ellos, también amantes y asesinos en sus ratos libres, son en realidad descendientes de una antigua estirpe de exiliados que un día lejano abandonaron un innombrable país de brumas y tinieblas permanentes. Buscando su deseada tierra prometida, nomadeando por tiempos y paisajes hostiles, creyeron encontrar aquí el lugar propicio para ejercitar su extraordinaria virtud, para cuyo ejercicio fueron creados, y por cuya causa debieron escapar y sobrevivir penosamente: la Imaginación… —esa inmensa facultad de inventar imágenes desde el absoluto vacío de la nada, desde las insondables profundidades del corazón y el espíritu. No podían ser otros… esos coleccionistas de espejos y espejismos…

Sólo quienes disfrutan del placer de hacer y deshacer imágenes con tanta naturalidad y llevan en la sangre la astucia particular de confundir, y confundirse, lo imaginado con lo realmente existente, pueden celebrar la perversión de mirarse constantemente a los ojos sin amarse. Los habitantes de Valdrada imaginan —se imaginan— para saberse vivos (reflejados) y descubrir las cosas que van a acontecer, y aquellas que pudieron ser... si el destino y el miedo no hubieran intervenido. Así, en una misma mirada, confirman su cordura, al tiempo que restituyen la virtud de haber sido a lo que nunca fue… y —benditos visionarios— disfrutan con la experiencia visual de lo deseado todavía intacto…

No hay rutina en Valdrada porque siempre hay nuevas perspectivas y nuevas realidades imaginadas que afloran y se ensamblan con las contiguas sin solución de continuidad. Nada vuelve porque nada empieza de la misma manera, ni nunca hubo dos imágenes iguales… ni dos amantes, ni dos asesinos, en los que confundirse.

En Valdrada sus habitantes pasan la tarde sentados ante el lago haciéndose compañía…

Fotos de calle en Zacatecas, México, abril 2007

4 comentarios:

Iris dijo...

Me llevo una sorpresa más que agradable. Gracias por tu visita. Confieso que dedicaré más tiempo a to blog. Se lo merece. Por ahora solo me he asomado, pero no quería dejar pasar la ocasión.
besos

Karina de Ávila dijo...

¡Ey! ¡¡Bonitas fotos de Zacatecas!! ¿has viajado por acá? Ítalo Calvino es excelentísimo...

MartinAngelair dijo...

Acabo de tropezarme...perdón, de tropezar con una de tus escuadras...perdón, con uno de tus escalones.

Tengo tiempo, pero no zapatos para leerte.

Pero no dudes, que después de mis comentarios inasequibles, siempre irá mi despedida agradecida...

Buenos días Pau.

(Lo volveré a leer. Iré primero a calzar, tacones sin remedio) ;)

Marina Culubret Alsina dijo...

Desayuno un trocito de ignorancia...
Zacatecas...algún día...espero viajar allí y satisfacer ese deseo irreprimible de dar una palmada o lanzar unas notas con la voz en esa plaza de toros con una acústica, deduzco, deliciosa....

Hablas de espejismos... un verdadero acorde presente muchas veces en las armonías que circulan por mi sangre. Ay, los espejismos...una especie muy variopinta...los hay que cortan, que refrescan, que sonríen, que besan...

En fin,
pero aquí seguimos,
con buenas compañías,
:-)

aniram...marina


p.d: gracias por el amanecer... (si puedo te contesto...aunque...durante un par de días estaré atada por seis cuerdas deliciosas...) (picada d'ullet)