Amanece sobre el Río Kwai. Es el primer día de 1996. La visión de aquel amanecer sigue siendo una de las más bellas sensaciones de toda mi vida. He visto muchos amaneceres desde entonces, la mayoría antes de acostarme tras noches de ojos abiertos o qué te voy a contar que no sepas tú... Pasé tres días inolvidables en aquellas selvas, hasta me persiguió una elefanta mamá por acercarme demasiado a su elefantito (de 200 ks. por lo menos).
Amanecía poco a poco, con pereza... la superficie del río, excepcionalmente inmóvil a estas horas, era un puro espejo pulido de reflejos rosa-anaranjados... de vez en cuando algunos vencejos (o me lo parecían) planeaban sobre las aguas rozándolas apenas con la punta de sus alas, cortando limpiamente por segundos este espejismo de la mañana con tan sutiles bisturís... El más atrevido vino luego a posarse al raft-house, mi casa flotante; se quedó un rato, nos miramos... Todavía no sabía hablar ni descifrar el lenguaje de los pájaros... Guardo esta imagen entre las más hermosas de mi vida...
Foto: Amanecer en el Kwai River, Thailandia; enero 1996
2 comentarios:
...he tenido dos amaneceres inolvidables...
...el primero a la orilla del mar rojo con un cielo partido en dos, por un lado el desierto, donde todavía brillaba la luna llena, preciosa; y por el otro el mar, que tímido va descubriendo a un sol enorme, imponente...
...el segundo... en un par de ojos preciosos, expresivos... uno de ellos tiene una manchita que nos delata que ha sido usado para mirar indiscreto, o para seducir quizás... porqué no...
Amanecí un 28 de julio...y otra vez un 31 de enero;)
Sigo...despidiéndome.
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