Ayer pasé tan ricamente media tarde leyendo el libro de Hazle Rowlwy sobre Sartre y la Beauvoir, esa pareja de seres libres —que amaban su libertad tanto como se pertenecían— y leyéndote de vez en cuando por todos esos nombres y avatares que inventas… Luego de leer (a ti, a Sartre, a la Beauvoir) necesito escribir (te) hoy de nuevo, fabricar redes mágicas para tu mirada otra vez, palabras-filtro con las que espero destilar los más dulces líquidos de tu amor púber, el de tus palabras niñas —ay, ya ves, me he convertido en un incurable lector diabético a causa de la extrema dulzura de tus palabras…
Por supuesto no quiero escribir acerca de “poseer” —sólo escribir esa palabra me eriza hasta mis puntas romas—, pero sí sobre aquella frase de la Beauvoir que leí y me inquietó… Dice Simone a través de uno de sus personajes: “Siempre me gusta lo que me pertenece… Es relajante tener algo sólo para ti”. Quiero pensar contigo sobre algunas sutiles y a la vez sustanciales diferencias entre “poseer” —con todo lo que acarrea de propiedad, poder y sumisión— y “pertenecer”, que es como compartirse de acuerdo… No sé, a lo mejor descubrimos un verbo que nos encarne… Mientras tanto sigo pensando que el amor es un sentimiento que nace y se aviva entre seres libres —distintos, semejantes y únicos, al unísono o inmediatamente sucesivos, a su manera— que se regalan y pertenecen (aun siendo amados rivales) y no tienen necesidad de exhibir ni pleitear sobre cualquier derecho de propiedad que les asista, ni siquiera por costumbre…
Mira, no sé… a lo mejor hay que reinventar una palabra para solucionar toda esta ambigüedad y confusión… —tú ya sabes los milagros que inauguran ciertas palabras, la de puertas que abren las palabras “clave-llave” —es decir las palabras “clé”, y las “clau” y las “key”, y todo eso de la alquimia de las palabras; qué te voy a contar que no hayas ido descubriendo por ti misma leyéndome este tiempo… Hace un rato he tenido un “satori”, sí, una iluminación de repente… ¿Y si la llave maestra fuera una palabra mágica que fundiera dos palabras clave —amar y arte, por ejemplo— que han sido los slogans de mi vida? ¡AMARTE!… Ojalá fuera esa la palabra-llave-maestra que abra todas nuestras puertas desquiciadas y hasta las que blindamos por miedo… Ojalá sepa crear esta nueva aleación con mis demás palabras, obreras…
Con respecto al Arte… pues sí, me siento de algún modo artista… —del arte de escribir, por supuesto, que ha sido y es mi territorio vocacional de creación e invención. A lo peor la palabra “artista” está ya un poco “desemantizada” por el abuso generalizado e irresponsable que hacemos de ella. Seguramente “autor” me conviene mejor: alguien que escribe con voluntad de arte… Que soy artista-autor y que siempre lo he sido y he sabido es una verdad que quiero que compartas conmigo. Y también que sepas que cualquiera de mis acciones memorables o mis cositas más sencillas, incluso las más mezquinas o las más simples, siempre las hice con amor y por amor… eran un acto de arte a mi manera, es decir de creencia y voluntad artística… No obstante distingo con claridad —al fin al cabo soy un “profesional”— las relativas distancias entre las diversas alturas de un “arte” íntimo y particular y las de un “Arte” con mayúscula que necesita de su público y provoca miradas ajenas, que necesita conmover más que inquietarse… Es cierto que el Amor es un Arte… Pero tengo mis más serias dudas de que todo lo que se hace y se quiere hacer con amor tiene que ser considerado, además de “arte íntimo”, también “Arte” (público y con mayúscula)… Aun con todo proclamo que el Arte lo es por amor o con amor; si no fuera así sería un mero acto de autosatisfacción y “auto-benevolezza”, puro onanismo sentimental; vamos, una descuidada eyaculación precoz en toda regla… Mi querido y llorado amigo Wolf Vostell no siempre tuvo razón —o no toda la razón— cuando proclamaba a los cuatro vientos y a quienes le querían escuchar que “Arte=Vida=Arte”… —a veces hay ecuaciones vitales irresolubles, u otras tan catastróficas que sólo pueden ser representadas mediante fractales… Menos mal que está el arte para representar lo irrepresentable; no sé qué sería de nosotros sin el arte y sus imágenes…
Ya ves… nada más comienzo a escribirte y me sale esa vena alquimista… ¡Qué voy a hacer conmigo y mis disfraces! Pero es que me provocas, amor que me lees… me “pro-bocas” sólo con leerte… y me haces decir cosas que no debería decir… Ay, esa tentación de desvelar los misterios que guardan las palabras a través de sus etimologías y homofonías, enseñarte la “langue des oiseaux” tal como me enseñaron y recuerdo… Me provocas, mi cielo, y haces renacer lo mejor que hay en mí, crecerme en este “arte” que compartimos: el arte de escribir, de “saber decir” y utilizar las palabras… Escribirte es amarte… Es un modo de pertenecerse, de penetrarse, sin poseernos en propiedad ni esclavizarnos… Dos seres libres hacen de su amor un Arte Mayor con sólo regalarse palabras es decir miradas es decir caricias con sus pestañas… Ojalá amarte con mis palabras sea a tus ojos un auténtico Arte Mayor…No me niegues este derecho primogénito de haber creado el trigésimo séptimo arte —AMARTE— el Arte mayor en el que resumo y contengo los otros treinta y seis artes menores inaugurados hasta ahora… De este arte, AMARTE, quiero ser maestro y discípulo, autor y público, actor y crítico, cronista y lector, objeto y artesano… Ojalá sea capaz y sensible para hacerlo tanto como lo deseo… Ojalá me premies con tu lectura y tus palabras una vez más… ¿Qué te parece mañana?
Por supuesto no quiero escribir acerca de “poseer” —sólo escribir esa palabra me eriza hasta mis puntas romas—, pero sí sobre aquella frase de la Beauvoir que leí y me inquietó… Dice Simone a través de uno de sus personajes: “Siempre me gusta lo que me pertenece… Es relajante tener algo sólo para ti”. Quiero pensar contigo sobre algunas sutiles y a la vez sustanciales diferencias entre “poseer” —con todo lo que acarrea de propiedad, poder y sumisión— y “pertenecer”, que es como compartirse de acuerdo… No sé, a lo mejor descubrimos un verbo que nos encarne… Mientras tanto sigo pensando que el amor es un sentimiento que nace y se aviva entre seres libres —distintos, semejantes y únicos, al unísono o inmediatamente sucesivos, a su manera— que se regalan y pertenecen (aun siendo amados rivales) y no tienen necesidad de exhibir ni pleitear sobre cualquier derecho de propiedad que les asista, ni siquiera por costumbre…
Mira, no sé… a lo mejor hay que reinventar una palabra para solucionar toda esta ambigüedad y confusión… —tú ya sabes los milagros que inauguran ciertas palabras, la de puertas que abren las palabras “clave-llave” —es decir las palabras “clé”, y las “clau” y las “key”, y todo eso de la alquimia de las palabras; qué te voy a contar que no hayas ido descubriendo por ti misma leyéndome este tiempo… Hace un rato he tenido un “satori”, sí, una iluminación de repente… ¿Y si la llave maestra fuera una palabra mágica que fundiera dos palabras clave —amar y arte, por ejemplo— que han sido los slogans de mi vida? ¡AMARTE!… Ojalá fuera esa la palabra-llave-maestra que abra todas nuestras puertas desquiciadas y hasta las que blindamos por miedo… Ojalá sepa crear esta nueva aleación con mis demás palabras, obreras…
Con respecto al Arte… pues sí, me siento de algún modo artista… —del arte de escribir, por supuesto, que ha sido y es mi territorio vocacional de creación e invención. A lo peor la palabra “artista” está ya un poco “desemantizada” por el abuso generalizado e irresponsable que hacemos de ella. Seguramente “autor” me conviene mejor: alguien que escribe con voluntad de arte… Que soy artista-autor y que siempre lo he sido y he sabido es una verdad que quiero que compartas conmigo. Y también que sepas que cualquiera de mis acciones memorables o mis cositas más sencillas, incluso las más mezquinas o las más simples, siempre las hice con amor y por amor… eran un acto de arte a mi manera, es decir de creencia y voluntad artística… No obstante distingo con claridad —al fin al cabo soy un “profesional”— las relativas distancias entre las diversas alturas de un “arte” íntimo y particular y las de un “Arte” con mayúscula que necesita de su público y provoca miradas ajenas, que necesita conmover más que inquietarse… Es cierto que el Amor es un Arte… Pero tengo mis más serias dudas de que todo lo que se hace y se quiere hacer con amor tiene que ser considerado, además de “arte íntimo”, también “Arte” (público y con mayúscula)… Aun con todo proclamo que el Arte lo es por amor o con amor; si no fuera así sería un mero acto de autosatisfacción y “auto-benevolezza”, puro onanismo sentimental; vamos, una descuidada eyaculación precoz en toda regla… Mi querido y llorado amigo Wolf Vostell no siempre tuvo razón —o no toda la razón— cuando proclamaba a los cuatro vientos y a quienes le querían escuchar que “Arte=Vida=Arte”… —a veces hay ecuaciones vitales irresolubles, u otras tan catastróficas que sólo pueden ser representadas mediante fractales… Menos mal que está el arte para representar lo irrepresentable; no sé qué sería de nosotros sin el arte y sus imágenes…
Ya ves… nada más comienzo a escribirte y me sale esa vena alquimista… ¡Qué voy a hacer conmigo y mis disfraces! Pero es que me provocas, amor que me lees… me “pro-bocas” sólo con leerte… y me haces decir cosas que no debería decir… Ay, esa tentación de desvelar los misterios que guardan las palabras a través de sus etimologías y homofonías, enseñarte la “langue des oiseaux” tal como me enseñaron y recuerdo… Me provocas, mi cielo, y haces renacer lo mejor que hay en mí, crecerme en este “arte” que compartimos: el arte de escribir, de “saber decir” y utilizar las palabras… Escribirte es amarte… Es un modo de pertenecerse, de penetrarse, sin poseernos en propiedad ni esclavizarnos… Dos seres libres hacen de su amor un Arte Mayor con sólo regalarse palabras es decir miradas es decir caricias con sus pestañas… Ojalá amarte con mis palabras sea a tus ojos un auténtico Arte Mayor…No me niegues este derecho primogénito de haber creado el trigésimo séptimo arte —AMARTE— el Arte mayor en el que resumo y contengo los otros treinta y seis artes menores inaugurados hasta ahora… De este arte, AMARTE, quiero ser maestro y discípulo, autor y público, actor y crítico, cronista y lector, objeto y artesano… Ojalá sea capaz y sensible para hacerlo tanto como lo deseo… Ojalá me premies con tu lectura y tus palabras una vez más… ¿Qué te parece mañana?
Foto: Amor en el MoMa. Museum of Modern Art, New York, enero 2005
30 comentarios:
Una vez me dijo alguien amor no es literatura si no puede escribirse en la piel...no sé, es lo que me provoca hoy al leerte...
Arte=vida=arte; esto es una forma de saber si eres fiel representante o no...
estas enamorado, o estas enamorado del amor, o admiras la creatividad del amor????
dudas...
con todo, es interesante notar como enredas el tema para acabar con la expresión que ponemos cuando pensamos sobre temas complejos jeje...una mezcla agridulce
así son las cosas.
Oh, que carta mas bonita!
Tu haces arte claro que si, y aunque escribas para otro, yo me pasaré por aquí hoy, mañana, pasado...
besos
Las cartas... no habría que perder la costumbre de escribir cartas. Y yo ahora me he enredado en esta carta..
El amor no es otra cosa que que un deseo de pasar al "dulce amado centro" del alma que nos completa (Francisco de Aldana)
Pues mañana también, pero hoy ya me he pasado la sobremesa en tu blog. Estupendo.
El libro&horas del previo a San Valentín es tuyo?. Me encanta.
Vengo con el café íntimo y espeso de sobremesa... y he recibido una carta.
(guiño)
¡Qué importa quién sea su destinataria! Todas: yo.
Amor y arte has derramado en ella. O arte y amor, anteselhuevoquelagallina.
Saboreo el amargo caliente y me quedo con la dulzura con que el cronista, hoy, ha querido desnudar algún disfraz, volcar un puntito de vehemencia esperanzada y confesar: amoryarte, todoenuno, no puede ser más, ni menos, que compartido. ¡Mágica alquimia!
Que carta mas hermosa, quizá su lectura no sea tan lineal y haya que dar unas vueltecitas para captarla mejor; pero es extraordinaria. Dice por ahí alguna de tus visitantes que no importa a quien esté dirigida y tiene razón, pero como sea no deja de ser envidiable ser quien inspire algo así.
Saludos y gracias por tu visita y tu comentario, Marichuy
Bueno, bueno..yo diría que leerte es amarte!!!..que bien escribes, por Tutatis !!! O-O
“Siempre me gusta lo que me pertenece… Es relajante tener algo sólo para ti”...a mi eso me ocurre con objetos,no con personas ;.)... un pañuelo de seda de un color con urgencias de ser poseído, un cuadro, unos pendietes comprados en Candem...son Mios, solo Mios, de aquel deseo de obtenerlos y tener la certeza que estaban destinados para Mi..adoro las pocas veces que me pasa esto, y aún más, me digo: como puede ser que antes nadie lo haya adquirido?..han cruzado frente suyo y no han visto su belleza destacando entre las sombras ? :-)
Esta sensación será también amor?
Saludos de alcachofa
Bueno... es que hay personas que nos inspiran con tan solo tenerlas cerquita, verdad?
Muchísimas gracias por la visita a mi Blog y por tu delicioso comentario,
Un abrazo,
Agatha Blue*
Cada vez estoy más convencida de que no existen suficientes palabras para que un ser humano pueda expresarse en toda su complejidad, pero leer intentos como este es un auténtico placer.
Besos.
Como siempre, llego tarde. Tienes tanto público que es difícil llegar de las primeras y ¡claro, ya está todo dicho!. Hoy concretamente tu post me ha enamorado. Creo que es el que más me ha gustado de todos. Alguien ha comentado por ahí que la destinataria merecedora de éste es muy afortunada por ser tu inspiración. ¡cierto!. yo creo que somos todos/as las que tenemos el placer de leerte, es un mensaje de amor plural.
Dulce, sensible y tierno.
Muchos besos
El Arte de amArte.
Jean y Simone, se tocaron fuera del tiempo-espacio, por eso fueron lo que fueron.
Hay seres que no necesitan palabras para hacerlo, son los elegidos, los verdaderos alquimistas.
Bella carta, mucho.
Lo abrazo, con las puertas abiertas.
MaLe
sorpresa mutua..
http://amar-sinti.blogspot.com/2008/02/de-como-conoci-pau-llanes.html
hermoso arte..
amArte..
el plasmarte sinceramente alcanza a rozar los sentidos y el ser..
hermoso amArte..
vivir amAr
amAr vivir
amAr..
Qué bonito recibir una carta así un domingo recién levantada :)
Recibe un abrazo de oso polar de mi parte, aderezado con unos cuentos besitos en fila india dentro de un carámbano.
amarte
una pausa para sumergirme en esta energía que inspira
Bella carta.
Besos
Ayyyyyyyyyy, Pau, cuánto da de si el amor en la pluma de un escritor.
Me ha gustado especialmente esa conjunción de las palabras AMOR y ARTE. Mi particular reflexión al respecto es que AMOR es el ARTE de aprender a querer a una persona con virtudes y defectos.
Deliciosa carta. Enhorabuena
Un beso
De tanto en tanto me gusta leer alguna biografía, aunque la mayoría de las que han caído en mis manos no son precisamente buenas... Lovecraft, Russell, Foucault, Heidegger, "los hijos de Heidegger", los "lógicos"... Lo poco que sé sobre Sartre y la Beauvoir preludian material interesante, así que me apunto el libro.
"Amor con amor se paga", dicen, así que el éxito de su bitácora no se justifica tan sólo con su talento, sino con el amor que desprende... "nada grande se ha hecho en el mundo sin pasión", decía Hegel, y qué más poderoso que Eros.
Un abrazo, Pau.
eres un artista
un genio con las palabras
como me involucro!
como siento con esto!
si se trata de ser maestro yo me apunto a ser tu discípula
en la vida, a través de las letras.
que pluma mas eficaz, mas
elocuente
versátil
.
me quedo
me quedo
"Escribirte es amarte… Es un modo de pertenecerse, de penetrarse, sin poseernos en propiedad ni esclavizarnos…" esa es la clave, es la alquimia... sabes q creo? q el amor es libre, somos nosotros los q somos esclavos, los q ncsitamos poseer y afianzar, el amor no es posesión, pero sí lo es la pareja, es dificil amar sin alevosía, desear sin querer penetrar en el otro, somos cuerpos y mentes con deseos de invadir y de ser invadidos, y aun con la palabra podemos hacerlo... quizá la cuestión no es privarnos de esas inclinaciones, sino desistir de su perdurabilidad.
Estoy acostumbrada a leer y escribir cartas de amor bien simples y directas, pero mira.
'Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho.
Jean Jacques Rousseau'
very nice Mr. Pau :)
Pau...gracias por tu visita a mi blog, así he tenido la oportunidad de conocer el tuyo y deleitarme con tu forma hermosa de esribir.
El amor es arte, es vida, y un sin fin de definiciones, para mí la más importante es sentirme amada y poder dar el mismo amor.
Me gusta también el silencio de las palabras de amor , aquellas que se adivinan, en las miradas llenas de adrenalina.
Tu carta es todo un poema, te felicito y más a quién te dió la inspiración.
Un abrazo
Pues claro que me gusta.
Me cuesta seguirte el ritmo, escribes muchísimo... y muy bueno.
Saludos
La llave maestra está en tu poder, en la forma de manejar las palabras, sentirlas y hacérnoslas llegar.
Besosos salados
Una carta repleta de verdades y sentimiento...preciosa...
Me llegó la diferencia entre "poseer" y "pertenecer"...ahí está la clave la realidad del amor.
Bello, Pau.
Besitos.
Hola corazón , buenos y soleados días.
Preciosa carta, las musas no te abandonan.
Me ha encantado leerla y sentirla un poco mía.
Besos , Pau.
Silvia^^
Muy copadas las fotos, buena letra, abrazo argentino,. Doc 9
solo una cosa... ¿Hay algún hombre entre tanto posteador? Y se me escapa una sonrisa diciéndolo... al fin y al cabo, yo soy mujer, y ya se me está yendo la vista hacia el libro de simone de beouvoir que tengo enfrente...
gracias por recordarme su existnecia
No me canso de leer esta carta de amor... Pau Llanes... AMARTE hermosa palabra
Me levanto cada mañana y me contagio con la belleza de tus escritos, me enamoro un poquito mas de la vida y sigo con un suspiro. Me enamoro un poquito mas de Pau cada vez que te releeo... algo nuevo aparece en el camino.
Bellos días
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