viernes, febrero 15, 2008

El silencio de los corderos o las coqueterías entre el bien y el mal...


En la reserva de comentarios de mi anterior texto sobre la risa decía que siempre escribo para alguien en concreto, aunque bien sé que luego me leerán otros muchos a quienes me dirijo y ofrezco mis literaturas por el solo placer de apasionar su mirada y excitar su facultad de imaginar. Ésta es la principal razón por la cual prefiera escribir con cierto estilo epistolar a mi manera, como correspondencia, al igual que cuando actúas en una conferencia miras a los ojos de alguien en particular, sin excluir que de vez en cuando repartas una ráfaga de miradas al resto de tu audiencia… Yo no sé escribir para mí solo ni para mí mismo, aunque me lo rebatan con convincentes argumentos críticos bienpensantes y lacanianos conversos… También suelo utilizar un punto de partida inesperado: no sé… una frase en el periódico por la mañana, una palabra subrayada en cualquiera de esos veintitrés libros que ahora tengo en el dormitorio leyendo de nuevo o releyendo a sorbitos cortos, o algo que me llame la atención en los textos que desde hace unas semanas leo en la Internet con biensana curiosidad y muchas veces admiración desmedida… Hoy me ha sucedido esto y os lo quiero contar:

Poco antes de hacerme la comida —por cierto, un delicioso revuelto de champiñones y surtido de setas con tomatitos cherry, espárragos trigueros, pimientos de padrón y trocitos de sepia, aromatizado por albahaca y unas pizcas de jengibre— pasé a leer los comentarios hasta entonces de mi texto sobre la risa. En uno de ellos aparecían ciertas palabras que de seguido establecieron una sorprendente cadena de imágenes y evocaciones en mi subconsciente literario: lágrimasdesnudosropasMiguel ÁngelStendhal… y yo fui rellenando los puntos suspensivos con piedrecillas de Pulgarcito que emergían de mi memoria como icebergs: Florencia… Hannibal Lecter… Miguel Ángel… la representación de la creación de Adán en la Capilla Sixtina… Hannibal Lecter (otra vez)… Jodie Foster… ¡El silencio de los corderos!… Más o menos fue así, y así lo cuento… Luego de la comida, me puse el dvd de la película —no sé cuántas veces la habré visto en mi vida, una veintena por lo menos— y decidí escribir este texto ampliando anteriores notas y reflexiones… Que os guste, o mejor aún, que os inquiete… —ay, ese olor de romero...

La escena sublime de la creación de Adán en la Capilla Sixtina tiene como fantástica réplica otra escena, de película, tan sutil y fugaz como la original, en donde se crea un mismo poderoso arco voltaico entre dos dedos desiguales… ¿Recuerdas la escena en la que el Dr. Lecter acaricia y apenas roza los dedos de Clarice en la película El silencio de los corderos? Ay, las manos, los dedos, la energía que fluye entre ellos… Te escribo para contarte cosas extrañas acerca del film y su simbolismo; reflexiono para ti acerca del mal, el bien y sus hibridaciones…

No sé si coincidimos en interés y fascinación por esta película magistral de Jonathan Demme, basada en la excelente novela homónima de Thomas Harris. Lejos de tratarse simplemente de un thriller eficazmente realizado y sabiamente interpretado por sus protagonistas principales: Anthony Hopkins —Dr. Hannibal Lector—, Jodie Foster —la detective Clarice Starling—, Scott Glenn —el jefe del FBI, Jack Crawford—, Ted Levine —el killer Jame Gumb “Búfalo Bill”; en mi opinión se trata de una obra esotérica e iniciática, profunda, de denso y misterioso simbolismo… Estoy de acuerdo con el crítico brasileño Olavo de Carvalho cuando afirma que Jonathan Demme ha querido representar “una apología sobre el conflicto entre la inteligencia humana y la astucia diabólica”, al tiempo que narrar el trayecto “mítico” de una iniciación auto cognoscitiva… De algún modo Demme evoca en su película el itinerario de los caballeros en su búsqueda del Santo Grial, la confrontación de los místicos con las tentaciones del mundo y el diablo. En esta tragedia épica y mítica entre la inteligencia humana y la astucia diabólica, el Dr. Lecter resulta fascinante, pero no tanto como se ha especulado, ni Clarice ocupa el lugar de la ingenua seducida. En cambio el jefe de Clarice, Jack Crawford, se constituye en personaje principal de la epopeya: el Abraham coránico, el San Bernardo de la leyenda medieval que hace trabajar el mal al servicio del bien… En esta trama de referencias literarias Lecter sería el Mefistófeles de Goethe… Si Lecter lee en la mente de los otros, Crawford lee en la mente de Lecter y se adelanta a sus pensamientos; más aún, los provoca, los induce a través de Clarice… Se trata del duelo entre dos magos, realmente trascendental y cosmológico, infinitamente superior al que representan Clarice y Lecter o Clarice y “Búfalo Bill”…

De quien está verdaderamente fascinada Clarice es de su jefe Crawford, su “guru” y guía espiritual. Y Lecter, a su vez, de Clarice… la virgen que no puede impedir el sacrificio de los corderos —como María no puede salvar a su hijo, el “cordero místico”— y atrae al maligno con su inocencia y debilidad humanas… Lecter es a Gumb “Búfalo Bill” lo mismo que Crawford es para Clarice: “gurus”, maestros que forman, educan, dirigen su mente y dan sentido a su pulsión de mal, o de compasión, respectivamente… Gumb es un siervo del Mal, de Lecter, que le ha conducido al camino del delito —como el Diablo es siervo de Dios en su plan de alcanzar el bien a pesar de sus malas intenciones. Esta paradoja, esta ambigüedad de funciones e intenciones resultarían patéticas e inverosímiles si no fuera por la ironía y la siempre sorprendente astucia e imaginación del maligno. Es el humor lo que hace atractivos y soportables a los demonios, como a los artistas y escritores… —ay, los artistas y su humor, y la cómica gravedad de sus críticos; si yo te contara—… El Diablo tiene sentido del humor, el Dr. Lecter es un artista, por supuesto… Nadie ha visto reír a Crawford ni a Clarice: es posible que las fuerzas del bien no sepan reír, o lo olvidaron… Por ejemplo los ángeles no tienen sexo, pero es probable que tampoco rían o sonrían a la fuerza… Umberto Eco se pasó media Tesis investigando si Dios rió o no mientras creaba aquella semana, o si rió al final a carcajadas al ver completada su obra el día de descaso dedicado a su nombre… —incluso escribió una novela con ese asunto: El péndulo de Foucault… ¿Dios ríe?

Olavo de Carvalho nos recuerda que el mal no es exactamente algo que “existe” por sí mismo, sino que es un cierto efecto colateral por la confluencia inoportuna de dos “bienes” de diferente especie… —por ejemplo, entre el amor a una mujer y el afecto especial de amistad profunda con un amigo, cuando se trata de la mujer del amigo… ¿Qué hacer en estos casos?... Para Sócrates el mal procedería de la ignorancia; para Freud, del depósito de nuestro inconsciente en donde se refugiaron nuestras imágenes y deseos rechazados y temidos por el consciente… Clarice es la heroína que ama la verdad, que no tiene miedo ni huye cuando se enfrenta a la verdad de su propia debilidad y se muestra transparente incluso al mal, al Dr. Lector… Esta virtud desarma al Diablo, le conmueve, le rinde con admiración a Clarice y a lo que Clarice representa… El bien se reconoce en el estoicismo: en la abstinencia, en la espera paciente, en el “amor fati” de quien acepta su destino y nos anima a soportar el dolor y el sufrimiento. El bien posee también el valor estoico de la “clemencia comprensiva”, una especie de compasión intelectual no emotiva —estar abierto a la comprensión de todo, también de lo contrario y repugnante, pero sin dejarse influir emocionalmente. Clarice mantiene con Lecter esta “clemencia compresiva”: es decir no le odia, no le teme, no le ama… sólo le observa y escucha. Realmente lo que hace que Clarice desequilibre la balanza es la compasión que siente por las víctimas de “Búfalo Bill”, los “corderos inocentes” que quiere salvar… Al Mal le inquieta esa quietud y serenidad de la compasión: admira la quietud; le conmueve la fortaleza y paciencia de la espera… ¿Qué y quién podrían realmente enamorar al Mal?

—Ya ves, Iris… hay tantas cosas que desearía contarte y escribir sobre El silencio de los corderos; las unas aprendidas y las otras reconocidas sin querer, pero en suma interiorizadas y con voluntad de hacerse literatura… Aún me vienen a la memoria otras imágenes, acontecimientos, historias sobre mansos corderos y ovejas descarriadas, cosas que tratan sobre el amor, los rituales de iniciación, las señales de reconocimiento y los juegos de mano mágicos, las palabras que intercambian sus letras para esconder casi inaccesibles sus secretos más escondidos… De estas cosas tratan mis textos y las imágenes que compongo para este blog, Iris… Pero dicen que todo tiene un límite… —al menos en la literatura deberíamos aparentar que los límites existen y se hacen visibles en sus puntos finales, aun a regañadientes… Si no, esto sería una novela (río)… ¿Has visto mis manos haciendo magia en una página de este blog? Anda, no te las pierdas…


Foto: en Essaouira, días antes de la Fiesta del cordero; diciembre 2006

23 comentarios:

***Paula*** dijo...

holis Pau.
el decir lo que siento o pienso con pasión no es rabia. Es mi forma de ser... la pasión fue lo más hermoso que hizo la vida por mi. Y digamos es autobiografia, pero también se puede generalizar.
No escribo literatura, eso es para intelectuales como veo eres tú. Yo sólo soy pensadora jijiji
No leas mis leseras pls! XD
sólo saludame lol
te voy a agregar a mi blog ya? para llenarle el lado derecho porque casi no hay nada lol.
muak

***Paula*** dijo...

y esa pelicula me encanta, aunque jamas la habia meditado tanto. Siempre he pensado que Lecter es el sabio de la maldad, totalmente contradictorio a los típicos sabios como los filósofos que nombras en tus posts.
saluditos :)

Demolition Doll dijo...

Clarice es una heroina: valiente, fuerte, con un punto de vulnerabilidad que la hace humana, y como tal, sensible a las desdichas de los "corderos"...

Estupenda e inquietante película, con unas interpretaciones soberbias... Lecter es la quintaesencia del mal exquisito, el duelo entre ellos es sin duda lo mejor de todo... ese baile quedo de mutua admiración, respeto, dos fuerzas enfrentadas muy poderosas midiéndose.

Silvia_D dijo...

Una buena película y una excelente reflexión sobre ella.
El bien y el ma... dos extremos que a veces se tocan.
A veces para conseguir un "buen"(???) fin se hace uso la maldad (guerras).
Mal es la ausencia de bien y el baremo para medirlo depende de las distintas culturas y de la moral de cada uno.
Mientras las religiones nos muestran el mal como un "demonio",y lo achacan todo a lo sobrenatural,los No creyentes tendemos a explicarlo como la falta de "bondad natural", innata (?)en la persona (sociópata).
Pienso que el límite entre bien y mal es muy subjetivo y tendemos a adaptarlo a nuestras circunstancias.
Besos brujos (buenos) jajajaj
MI PC ME MATA, ES DIABÓLICO !!
Silvia^^

Ispilatze dijo...

Yo lo veo así:
(y descubro que lo veo así ahora que te he leído. A menudo las deducciones duermen el silencio de la esperanza y hay un chasquido que te las despierta, clic, y reconoces que siempre estuvieron ahí)
--Lecter amaba.
--Clarice amaba.
--Sólo Crawford era capaz de superponer la razón al amor.
-- el amor, pura emoción/pasión irracional, es a menudo muchísimo más hábil y capaz que cualquier inteligencia. Como el miedo; que no el odio, al que yo interpreto como una forma de amor enfermiza y no como su contrario.
-- el bien y el mal son los hilos entrelazados de una misma cuerda, no cuerdas contrarias... Y la cuerda ¿qué es? La cuerda, me temo, vuelve a ser la pasión. Engrosándola, hay más hilos: el amor, el miedo y la vehemencia.
--La razón: el poder que modela, estira, anuda y domina esa cuerda... ¡si puede!

De verdad que me enredo!!!

otro día soleado en este norte. Me voy a montar a caballo, mi pasión. A ver si ya huele a romero en estos campos...

Por cierto, te sugiero un postre delirante para los sentidos: tartaleta finísima de manzana granny al romero. Se toma caliente.
De momento, ve saboreando el nombre... :)

Denise dijo...

Pau, me encanta tu análisis del jefe de Clarice / Clarice / hannibal, aunque no estoy del todo de acuerdo. El jefe no puede ser el centro, porque realmente no te resuelven nada sobre él, es decir, te dan informaciones dispersas. Y, personalmente porque amo el personaje de Lecter, no sé si la pelicula tendría mucho sentido sin la astucia y juegos del asesino.

Eloisemoi dijo...

oBSERVO QUE gusta indagar sobre cada asunto eh? jejeej.
Un entramado muy espectacular el de la peli de Lester. Rasgos esotericos y filosoficos, psicologicos...vaya vaya.
Y yo que pienso que somos gente tan corrientita...jejeje.
Un saludo.

Sureña dijo...

Te devuelvo la visita...

Ya me contarás qué es eso de la Oposición Sherezade... :)

Besos

Addictive Epicurean dijo...

Muchas gracias por tus palabras, que llegan como agua de mayo en una noche terrenal.

Volvía a casa repitiendo entre dientes una de las citas más miticas de Oscar Wilde (pero no por ello menos cierta): Curar el alma por medio de los sentidos y los sentidos por medio del alma.

Así que tu saludo y tu blog llegan en el momento oportuno. Jamás pensé que por ahí fuera hubiera más gente que habiendo caído en las telarañas del arta y la belleza, haya decidido dejarse envenar por ellas y envenenar al mundo con sus palabras. En el mejor sentido de la expresión, por supuesto. Ya que el más dulce de los envenenamientos es sólo un tipo de embriaguez que dibuja una irrealidad sobre el mundo.

Gracias

Inocencia prohibida dijo...

Hola. Me ha encantado tu reflexión sobre la película sobre todo cuando aplicas las teorías de Freud y Sócrates. Nunca lo había mirado desde ese punto.

Muchas gracias por tu visita en mi blog. En cuanto a lo de Seductora por profesión... quizás este mal expresado y sea como tú dices por vocación ;-).

Ya nos leemos. Un beso muy grande

Inocencia Prohibida

Anónimo dijo...

He visto tu mensaje!!
Cuando, tenga un rato vendré, con tu permiso, y echare un vistazo.

cuando quieras, me explicas tu secreto...pinta interesante

encantada de leerte!!

Un Besazul

P.D.:
en que blog me dejaste un mensaje?

✙Eurice✙ dijo...

La agudeza mental del que sabe interpretar un color en lugar de unas letras, es digno de llamar mi atención.
Por fín en todos estos años, me encuentro un "nomade" que ha interpretado lo mismo que yo. Jack Crawford, el otro mago, se hace notar su presencia notablemente, sobre todo en la escena del coche.Sin embargo esto parece haber pasado desapercibido, no sé si es mi cinefília que agudiza mi atención en los personajes secundarios ó que es ...lo cierto es que la mayoria se quedan en la superficie.Durante años, fué mi pelicula de cabecera, cuanto más la veia más cosas me sugeria.De hecho mi primer nick era Clarice( un día un "notas" me abrio un privado y me puso ..huelo tu coño...ja ja ja).
Siempre es agradable recibir un post tan breve y conciso como el tuyo y a la vez tan revelador.Yo hace tiempo que deje de escuchar el grito de los corderos.
Nunca tres palabras, fueron tan explicitas.QUID PRO QUO.
Un saludo
Eurice

Ginebra dijo...

Hola. es muy tarde, acabo de llegar y ví tu comentario.Leí tu última entrada. me gustó. El silencio de los corderos es una muy buena peli: buena dirección y un duelo interpretativo inmejorable. hoy he visto "No es país para viejos", no me atrapó y los Coen son los directores que más me gustan. siento llevar la contraria a la crítica, Soy así. Pau, nos vemos. gracias por tus elogios. Mi blog es modesto, pero le pongo cariño, como a la cocina y otras coasas. ya te visito mañana con más calma. besos y gracias.

Tu inquilina dijo...

Hola pau..me gustó leerte, es bueno, a veces, sentirse acompañado a altas horas de la madrugada pero lo mejor es siempre tener algo bueno que leer. Gracias..
Tu inquilina (una enferma de la literatura mas)

Cel3ste dijo...

uff, qué texto!... me recordó otro que recibí hará más de un año... junto con él recibí la foto de un hombre mirando lejos... pensativo... como si estuviera en un desierto... (tú dirías Essaouira, supongo), entonces podríamos llamar al hombre de la foto... "El pensador de Essaouira"... ¿y en qué pensaba?... ¿estaría pensando en el bien, en el mal?...no sé, no sé... habría que preguntárselo...

Ornella dijo...

Una vez alguien me llamó Clarisse. Una vez tuve algo que ver con Clsrisse. De eso hace ya casi un lustro. Y desde entonces he conocido a muchos canibales emocionales, porque entre ellos era eso puro canibalismo emocional.
Al final los años han hecho que se mitigue la admiración que en su momento pude tener por Lecter.
Es demasiado sucio, demasiado ruin, demasiado cobarde, luchar contra alguien en desigualdad de condiciones, un absurdo, como diria Clarisse, abuso de poder...

LU dijo...

Domingo mañanero y mientras me voy desperezando me paso por esta tu maravillosa casa a fisgar un rato.
De esta película no puedo ir a tanto detalle como tú expones, pero la volveré a ver y después pensaré en todas esas reflexiones.
El bien, el mal, nuestro lado oscuro, la pérdida paulatina de ingenuidad y esas personas que con el paso de los años conservan cierto candor. La pasión por el arte y por esa persona que tenemos a nuestro lado. Las ganas de descubrir y de compartir.
Para mi este fin de semana ha sido musical. El viernes he estado en un concierto de Nada Surf, que me ha cargado las pilas y no veas cuánto. Letras de este grupo altamente recomendables.
Gracias por dejar tu huella en mi blog, que está hecho desde mis deseos y pasiones, pero no con tanta dedicación como lo haces tú.
Vendré todo lo a menudo que pueda y seguiré tus paisajes y tus sombras.

Pau Llanes dijo...

Disculpadme mi retraso de un día en comparecer ante vuestras miradas:
Ellie, gracias por dejarme "okupar" tu casa, y por la pasión en tus palabras...
Demolition Doll: Sí, Clarice es humana, en su fragilidad está su fortaleza... (por cierto, me encantan tus sillones-biblioteca)...
Dianna, te echaba en falta... Recibo tus buenísimos besos brujos... Ay, yo no soy un ángel... jajajaja... A veces los dioses escriben recto en renglones torcidos...
Ispilatze: sigue con tus reflexiones, me miro en ellas y me reconozco... Seguiré tus consejos gastronómicos y montaré a trote sobre mis sentimientos desbocados... A my horse le encanta el romero en flor...
Denise: ummm... relee otra vez, please... La astucia de Lecter está al servicio de la inteligencia de Crawford... es su servidumbre... (me encanta que me releas, tanto como me inaugures).
Eloisemoi: es que soy curiosos por naturaleza, no lo puedo remediar ¡Ay, qué cruz!
Sureña, gracias por tu visita... Lo de Sherezade viene por tu vocación de contar cuentos...
Addictive epicuream: Qué bueno revivir a Oscar Wilde... Para tí van algunos de mis más eficaces elixires... (¿Leiste la "Decadencia de la mentira"?
Inocencia prohibida, seductora vocacional, es que Freud y Sócrates son un pozo en el que abrevar de vez en cuando... son agua fresca cuando el calor aprieta... (no los tomes nunca embotellados, por favor, bebe de sus fuentes).
Azul: sólo te quería decir que empezamos a tener conciencia de nuestro poder de interesar a los demás cuando de niños ya decimos eso de "Tengo un secreto que tú no sabes..." El que tiene un secreto tiene un gran poder (también es vulnerable y sufre sus riesgos)...
Eurice: gracias de corazón por tus piropos y halagos... por tu complicidad en la película... (por cierto, mira que casualidad: QUID PRO QUO es el título de una obra de teatro que ahora se está representando en Barcelona y que tiene a Hannibal Lecter entre sus personajes...Qué cosas tiene el destino... Por cierto, ¿no conocerás a una Pilar Coca entre tus compañeras de enfermería en Valencia? Es que fue una de mis primeras novias... y no sé nada de ella hace tanto tiempo... QUID PRO QUO...
Ginebra: Qué pena lo de la peli de los Coen... son de mis favoritos... Por favor, sigue abonando con cariño tus palabras...
Mi inquilina: escribir y leer de madrugada es un acto de amor, por supuesto... ¿Quieres que sea tu chamán de cabecera?
Celeste: prometo regalarte un día de estos un hombre que mira a lo lejos en cuerpo y alma...Ah, mi Essaouira en el sur del sur... Allí caben todos recuerdos y todos mis deseos aún intactos; es el harem de mis miradas... Aquí las palabras son literatura; en Essaouira son perlas, gotas de ámbar que destila la piel después de amar... Essaouira es mi piel...
Ornella: no sé si anibal es un canibal emocional o no... ¿CHannibal?... per es que a veces hay bocados tan exquisitos... ummmm... chupar sus huesitos... ummmm... ¿Sabías que la palabra canibal tiene su origen en el término latino "can", perro?
Dama que te escondes: buscaré a Nada Surf... ¡Qué ideas me regalas!... Surfear en la NADA... ¡Sublime!... Gracias por leerme y por tus palabras de regalo...

Y AHORA ME VOY A COMER, QUE YA ES HORA... Si fuera el Hannibal Lecter me comería un cuello de ninfa con salsa de arándanos rezumando de sus labios... Como soy Pau Llanes hoy comeré una ensalada de pensamientos y un guiso de codornices con sultanas y limones de mi jardín... Se me hace la boca agua... Ciao... vuelvo pronto...

Silvia_D dijo...

Miedo me das!!
Un canibal , que gore jajaja, me encanta.
Ven... que te dejo morder si me prometes no llevarte el cacho.
Te preparé el postre y el café en mi blog.
A qué hora lo tomamos?
Tendrá que ser para merendar ;)
Prepararé la merienda bajo el almendro más florido.
Besos isleños^^

Johannes A. von Horrach dijo...

Querido señor Llanes, le cuelgo lo que le he contestado en mi sucio y lóbrego subsuelo:


"Bienvenido de nuevo, señor Llanes. No hace falta el protocolo, que esta es su casa y un honor para un servidor ser su anfitrión.

Decirle que le leí ayer su texto sobre 'El silencio de los corderos' (película que hace muuuucho tiempo que no reviso) y que me interesó mucho. No le dejé ninguna nota en su harén ctónico (jejejej) porque andaba con prisas sabbathianas. Lo que más me interesó de su análisis, entre otras cosas porque lo comparto, es esa fijación que tiene mi querida Iris con su jefe, el serio e impenetrable Jack Crawford. Se aprecia entre ellos, a partir de detalles tal vez no muy explícitos, una relación curiosa e interesante. Mi Iris (la cual, por cierto, era muchísimo más mona cuando tenía 20 añitos que recientemente) se mueve entre esos dos magos de dotes trascendentales, en medio de esa lucha entre el bien y el mal, que demasiadas veces escamotea la inclinación de sus polos. Al final esos polos se necesitan mutuamente, viven en la misma medida (lo que no implica que sean 'iguales', pero sí intercambiables en momentos concretos de su despliegue).

También me interesa mucho esa mención que hace usted a la seriedad mostrada por los defensores del bien. Creo que, en parte, denota que su tarea es mucho más compleja, meritoria y dolorosa que la inversa que en teoría defienden Lecter y Bill en solitario. Defender la luz (por decirlo de alguna manera) es ir a la contra de lo natural, que es lo ctónico, ya sabe, y por tanto, tiene más mérito. La otra complicación de esta lucha agónica, como creo que entienden Iris y Crawford, es que en la refriega se van a contagiar de aquello que combaten. No se puede combatir el Mal sin ser afectado por su fuerza. El mal, como demuestra Derrida en su texto sobre el mito de la escritura en el 'Fedro' de Platón, no puede eliminarse, sino únicamente desplazarse. En el fondo, como en la figura del poeta de Hölderlin, uno no lucha para sí mismo, sino para que los demás puedan beneficiarse del trabajo de uno, que acaba 'quemado' en el intento.

abrazos y hasta pronto"

Ornella dijo...

Pau mira a ver que me pones en mi blog los comentarios que quieres hacerle a la dama que se esconde, en fin, copiar y pegar tiene estas cosas. En cuanto a canibal, mi saber no llega hasta el nivel de los que escriben aquí o al menos del que pretenden hacer ver, pero canibal viene de la tribu que lo practicaba en las Antillas y se llamaba caniba o caribe, en cuanto a su acepción perruna no me consta.

Branch dijo...

Me encantó. Interesante la forma en que entrelazas los hechos, los nombres, los tópicos, los deseos. Tu introspección sobre tus motivos. Además veo que te gusta Efraín Huerta. Maravilloso.

Muchos saludos, estamos en contacto.

elamantepolar dijo...

Me gusta tu ensayo porque consigues algo que puede parecer fácil y creo que no lo es tanto. Y es acercarse a un film archiconocido y establecer un discurso que suena inédito al lector. El enfoque y lo original de tu propuesta creo que resulta muy enriquecedor