viernes, febrero 22, 2008

Lo que tenemos en común Yo y el Otro...



Me gusta subir a lo alto y mirar lejos… Al ascender a un nivel superior cambia nuestra percepción de la realidad; a esta altura, a esa distancia, lo real se manifiesta con menor detalle —o nos interesan menos sus detalles, su pornografía—, pero nos proporciona una imagen de conjunto más eficaz, hasta cierto punto una síntesis metafísica, simbólica, que nos permite reconocer e interpretar lo sucedido (no sólo la realidad material más evidente, sino sobre todo el tiempo y su modo de acontecer)… La realidad de las cosas es la de estar “en” y “entre” y ser parte sustancial del proceso de acontecer la vida en un tiempo inmortal —que no necesitó de origen alguno, ni requiere la presunción de su final para confirmar su existencia. Somos los seres humanos quienes hacemos preguntas a la vida y queremos desvelar los misterios de “su” tiempo —seguramente para justificar nuestro miedo ante “lo absoluto” desconocido, para sedar la angustia que nos provoca la intuición universal de su eterna transformación. La vida misma y las cosas que participan inconscientes y leales al orden de la naturaleza, su destino, no se hacen esas preguntas: existen sin más… En muchos sentidos éste es el “pozo de la verdad”, el abismo en el que reconocemos la verdad abismándonos en sus profundidades más desoladas, ese vértigo que sentimos al asomarnos al precipicio de lo desconocido, precariamente entrevisto… Uno de estos días pasados escribí acerca de la atracción del vacío, por ejemplo en los puentes, espacios transitorios alzados sobre el vacío, en realidad lugares iniciáticos en los que experimentamos una especie de eternidad simulada, un estar suspendidos entre el cielo y las más profundas oscuridades de la razón, en donde se revelan los más terribles presagios. En un puente tenemos miedo la mayoría de las veces, no por su altura, sino por sentir la tentación irrefrenable de arrojarnos al vacío… —gracias a dios en los puentes cometemos frecuentes actos de cobardía.

Para Zhuangzi, uno de los principales referentes de taoísmo chino, la muerte no es más que una de las formas fenoménicas “infinitamente diversas” de la Realidad eterna. La Naturaleza hace y deshace sin cesar y la muerte no es más que una etapa en ese círculo indeterminado y permanente. Para el “hombre verdadero” esta realidad le dejaría imperturbable. Toshihiko Izutso nos proporciona un pasaje en el que el mismo Zhuangzi, en un sueño, vio su propio cuerpo deformado en los últimos días de su vida. Renqueante fue a asomarse al pozo y contemplando su imagen reflejada en el agua dijo: “Ay, qué encorvado y deforme me ha hecho el Creador.” Un amigo le preguntó entonces: “¿Te resientes de tu condición?” Y esto es lo que le contestó el moribundo Zhuangzi en su sueño:

No. ¿De qué iba a resentirme? Quizá el proceso de transmutación convierta mi brazo izquierdo en gallo. En este caso podría anunciarme al alba. Quizá el proceso transforme mi brazo derecho en ballesta. Así podría utilizarlo para cazar algún pájaro y asarlo. Quizá el proceso transforme mis nalgas en ruedas, y mi espíritu en caballo. Podría entonces ir en carro, sin necesidad de uncir otra bestia. Todo lo que conseguimos lo debemos a la llegada del momento. Todo lo que perdemos también lo debemos a la llegada del turno. Debemos sentirnos satisfechos con el momento y aceptar el turno. De este modo no habrá pesar ni regocijo. Los antiguos llamaban esta actitud “deshacer la atadura”. Si un hombre no puede deshacerse de las ataduras es porque las cosas lo tienen encadenado”.

Esta actitud supone alcanzar un estado (místico) que Zhuangzi identificaba como de pérdida del ego —“me he perdido a mí mismo”— y que con una afortunada metáfora consideraba se trataba de un “olvidar sentado”… La conciencia del “ego” corporal y mental desaparece. Zhuangzi denomina el resultado de este “olvido” de lo interior y exterior del ego con una palabra poderosa en la lengua china, de múltiples significados posibles: “Xu”, el Vacío… El Vacío debe ser entendido y relacionado con lo “Omnipresente”. Una vez unificado e identificado por completo con la “Vía” (el Dao), el hombre llega a un estado espiritual en el que trasciende las nociones distintivas corrientes de “lo bueno” y “lo malo”, “lo correcto” y “lo erróneo”… y él mismo se trasmuta de una cosa en otra, sin obstrucción alguna, como si se moviera en el gran “Vacío”… Cuando uno vacía la mente se encuentra en medio de este gran “Vacío”. Cuando un hombre se encuentra “sentado en el olvido”, con la mente completamente vacía, las cosas van a “su vacío” carentes de ego, tal como son, van y vienen sin obstáculo ni miedo en el proceso cósmico de la Transmutación… Su actitud de observador tranquilo de las cosas le lleva a aceptar que nada merece ser rechazado ni nada es digno de ser perseguido, es un hombre imperturbable. Un paso más allá y alcanzará la fase más elevada de la “indiferenciación”, en donde las cosas se disuelven unas con otras, pierden sus limites, se “caotizan”… —concepto éste que creo tiene mucho que ver con la experiencia del hombre nuevo “más allá del bien y del mal” que anuncia y reclama Nietzsche… En palabras de Zhuangzi: “Morir y vivir, subsistir y perecer, verse en apuros y cubrirse de gloria, ser pobre y ser rico, ser hábil y ser incompetente, caer en desgracia y recibir honores, tener hambre y sed, sufrir de frío y de calor, no son sino cambios constantes de las cosas y resultado del incesante funcionamiento del Destino. Todas esas cosas se substituyen unas a otras ante nuestros ojos, pero nadie puede seguirlas, mediante su intelecto, hasta su origen real. Sin embargo, estos cambios no poseen poder bastante para perturbar —al hombre “sentado en el olvido”—, ni pueden entrar en su “tesoro más secreto”… Un hombre así, para Zhuangzi, es un “hombre perfecto”… alguien que ha tenido la experiencia de la “Verdad”, entender y sentir la común realidad de las cosas: su indiferenciada indeterminación…


Foto: Libro de Horas, 1991-1992

18 comentarios:

Silvia_D dijo...

Mira que es difícil subir, sobre todo cuando se está tan rodeado de tanto materialismo y no se tiene tiempo ni para pensar (o ganas , quizás).
Formar parte de lo tangible o de lo intangible... al fin y al cabo es lo mismo... es estar.
De todas maneras si cambias de dimensión me dejas un email, que no quiero perderte Pau ;)
Besos desde mi dimensión.^^

Eloisemoi dijo...

Muchos seres llegan a esta ideología sin sentirse aferrados a tao a zen a buda o a un estereotipo de religión.
El ser humano que es inquieto busca el sentido y busca su forma imprescindiblemente.

Un saludo tranquilo.

Ginebra dijo...

Vivir es una dificil tarea. Los dijo Ortega y Gasset y me parece una verdad terriblemente aplastante. Conocer la realidad que nos rodea y sentirte equilibrado con ello es vivir y creo que no sabemos hacerlo. Tenemos que aprender.
Un beso para tí, que sé que te gusta volar....

missmostoles dijo...

Hola Pau, sueles dejarme sin palabras por eso tampoco comento. Este blog no es sitio para una miss tan friki como yo que sólo lee el Teleindiscreta jajaja

Ahora en serio, prefiero no cuestionarme la vida y vivirla pero eso lo decidí ayer. Pío pío

amar dijo...

observar..
desde el entrecejo del alma..
desde el blando rojo que no necesita confirmar tampoco su existencia..
con la expectativa del ser..
con el incesante latido de pertenecer..
cada suspiro siempre tiene una razón de ser..
cada emoción y sentido sin apegos..
y el amArnos constantemente nos apura a amAr nuestro origen y grandeza..
nuestra semejanza a la perfección divina..
nuestra necesidad de ser..
de vivir..
de amAr..
de ser amAdos..

vivir amAr
amAr vivir


amAr..

Anónimo dijo...

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.




Poemas de Pablo Neruda

Poemas del Alma

Anna dijo...

Descubriste que mi entorno huele a canela y a incienso. Pasaste a las sesiones de yoga en silencio, pero se que no te vas a perder ni una. Ahora soy yo la que te "descubre", y comparte contigo la mayor parte de tu farmacopea.
Interesante sitio, interesante melancolía...

Un abrazo,

Anna B.

LU dijo...

Casualidades, esta mañana en el libro con el que estoy, altamente recomendable, El padre de Blancanieves de Belén Gopequi, se hablaba de la pérdida del ego....

*LaDy SiSiaK* dijo...

pero quien dijo que la vida era fácil???

Anónimo dijo...

Un post muy filosófico que me ha llenado de dudas y reflexiones.
¿Se puede ser tan imaginativo como Zhuangzi por la inanición del no ser? ¿Es solo allí donde se encuentra la verdad absoluta?
Besitos e interrogantes: ♥

Nany dijo...

Me gusta mirar muchas veces las cosas desde lo alto, es la manera de no estar “entre”… buen post y complicado también… es difícil si no se abre el corazón… y si!! la vida es fácil, solo que somos nosotros quienes la complicamos.
Saludos y gracias por la visita

***Paula*** dijo...

happy weekend to you too Pau

la cocina de frabisa dijo...

Ayyyyyy, Pau, cuán intensas y profundas tus palabras. Mucho me temo que me está vedada la perfección absoluta, pero las experiencias me acercan a los pensamientos de Zhuangzi.

Gracias por escribir como lo haces y dejarme disfrutar de tu casa.
Un beso
Isa

francisco m. ortega dijo...

Un hombre se lanzó al vacío y cayó fuera. Nuestro destino se asemeja a esa anécdota.

MentesSueltas dijo...

Impresionante... primero gracias por compartirlo y luego te digo que es muy bello y que pienso y trato de actuar pensando en esto.
“Morir y vivir, subsistir y perecer, PERFECTO....

Te abrazo con mi mejor energia.

MentesSueltas

Denise dijo...

el problema es que ese desvanecimiento del ego, el no ser, siempre me suena justamente a iniciados en procesos espirituales que no acabo de entender. O sí, pero sólo racionalmente :-P

BELMAR dijo...

es un gran placer recorrer este blog...

tequila dijo...

sigo leyendo tus entradas, que me quedaban muchas.
haces pensar, mezclas tus palabras con autores, personajes,sabios... y llego al final sin saber qué opinas. No se si al elegir las entradas dices o si se trata de hacer pensar.
Sigo encontrando entradas que dedicas a tu gente, algunos ya no están son sus homenajes y ante eso,cómo dejar un coment?
termino como empecé: escribes genial, pero eso ya lo sabes.
Un beso por los momentos