lunes, febrero 18, 2008

Los secretos que aprendí en Valdrada (V)


… Fuimos llevados hacia el más allá, / y se abrían ante nosotros, como por encanto, / las ciudades milagrosas, y nos invitaban a pasar, / la menta se extendía bajo nuestro pies, / las aves seguían nuestro camino, / los peces remontaban nuevos ríos, / y el cielo se abrió ante nuestros ojos... / Mientras seguía nuestra huellas el destino, / como el loco, armado de una naranja.


Fragmento de Los primeros encuentros: poema de Arseni Tarkovski (1907-1989), traducido por Irina Bogdaschevski


Foto: Libro de Horas (1991-1992)

8 comentarios:

CUCALELLA dijo...

No pude leer tus posts hasta hoy. El fin de semana no tengo acceso a la red, pero hoy al fin he podido. Espero que en mi vida pueda conocer los lugares más recónditos de la tierra y poder exprimirlos como la naranja de tu texto, porque para mi viajar es abrirse a un mundo mágico, lleno de misterios, lleno de aventuras, de gentes inimaginables que me enseñen sus almas. El viaje es la mejor herramienta que tenemos para alcanzar nuestro destino más profundo. Un saludo viajero!!!:-)

Belén dijo...

Debe ser sensacional pisar menta...

Besicos!

Alma dijo...

El olor a menta es delicioso, aromatizar los pies con ella no se me habia ocurrido, una idea estupenda.

Besosos salados

Eloisemoi dijo...

A mi modo de sentir
es de una extremada fuerza y belleza eso de:
"como el loco armado de una naranja"
Querido artistaenterapiasentimental:
es sencillamente una metafora que dan ganas de llevar siempre en el bolso, de hecho creo que la naranja me la como a diario jeje.

Un beso tutto loco.

Cel3ste dijo...

...en tu rostro... en tu nombre de nueve letras...

la cocina de frabisa dijo...

Palabras, fotografías, sensaciones, fulgores, expresividad, susurros... Deliciosa entrada!! Enhorabuena. Un beso

ev dijo...

Hola Pau
Gracias por incitarme a venir
Bellísimos esos textos, exquisita selección y fotos...
La imagen de la naranja como escritura de verdad está muy buena...! Gracias

Addictive Epicurean dijo...

Mil gracias por avisarme via blog de este pequeño enigma pentacular. Quiero leerlo con más calma mañana cuando me levante e intentar hilvanar los fragmentos para darles forma a través de mis ojos. No me gusta usar los de los demás.

Pequeñas dosis de belleza en una realidad tan miserable siempre son de agradecer. Y te lo agradezco.

Por cierto, no sólo creo que compartamos la adicción por Baudelaire, sino también la de Wilde, la belleza, las mentiras y el veneno. EL PARAÍSO.

Dulces sueños... Yo por fin he terminado de trabajar. Y ya de paso... gracias por las lilas. Siempre miro al lugar en el que crecen. Ese único lugar ;)