Alguna otra vez me he referido en este blog a la isla de Serifos, pero hoy me la ha recordado con mayor intensidad un comentario en mi buzón de alguien que es griega de nacimiento, ama las islas Cicladas y vive en Beceite (Teruel), otra joya, donde tiene su particular refugio existencial y crea sus cosas… Alguna vez pensé comprar una casa o un terreno en esa fascinante isla cicládica de singular belleza, escenario privilegiado de mitologías diversas, en la que encontraron también refugio por ejemplo Perseo y su madre Dánae, de quien se había enamorado el mismísimo Zeus… Serifos es un territorio insular aparentemente desolado y estéril, horadado por decenas de cuevas y minas hoy abandonadas, un paisaje austero pardo-rojizo apenas salpicado por algunas de las más sencillas y hermosas arquitecturas que podemos ver en el Mediterráneo: sus casas más populares —mínimos cubos blancos, precisos (y preciosos) como cristales de sal—, las delicadas esfericidades de las cúpulas de sus iglesias y monasterios —pintadas con alegres colores pastel realmente deliciosos—… y qué decir de la mirada profunda de sus habitantes, fantásticas grutas insondables, minas de memoria fosilizada…
A estas alturas —hablando de miradas fósiles y memoria petrificada— creo que es conveniente recordar el mito de Perseo —que como antes señalé había encontrado refugio y vivía en Serifos— y la Gorgona Medusa… Perseo, hijo de Dánae y del mismísimo Zeus que la había inseminado convirtiéndose en lluvia, aceptó el reto del Rey de Serifos de enfrentarse con la Gorgona y cortarle la cabeza. Medusa era tan horrible que sólo con mirarle al rostro petrificaba al espectador. Para tal proeza Perseo necesitó la ayuda de los dioses: Atenea le prestó un escudo tan pulido que en realidad era un espejo —con el que Perseo pudo ver el reflejo de la cabeza de Medusa sin mirarle de frente y cortársela sin peligro de perecer convertido en piedra; Hermes le entregó una espada-hoz con la que podía cortar la monstruosa cabeza; las ninfas de Estigia le prestaron el casco de Hades que le haría invisible, unas sandalias aladas y un morral de cuero para guardar la cabeza degollada. Retornando a Serifos, una vez obtenida la cabeza de la Medusa, Perseo aún pudo utilizar el poder terrible de la monstruosa Gorgona para salvar a su enamorada Andrómeda y luego para matar al mismo Rey de Serifos y a todos los enemigos de él y su Madre Dánae… —ya saben lo truculentas que son estas historias mitológicas; qué van a ser si no, si los hombres inventaron a sus dioses a su imagen y semejanza…
Han sido muchas y muy variadas las interpretaciones del mito de Perseo y Medusa, sobre todo las de índole psicoanalítico. Sin embargo uno de los más brillantes analistas del mito, J. P. Vernant, es relativamente crítico a este tipo de utilizaciones… Para Vernant —según su comentarista Gustavo Faigenbaum— la muerte es en su aspecto más terrible una figura femenina que adopta la cara monstruosa de Medusa, cuya mirada irresistible transforma a los hombres en piedra. Este autor señala que “el caos en el rostro de la Gorgona, como mezcla de lo bestial y lo humano, lo bello y lo horrible, lo masculino y lo femenino, lo joven y lo viejo, rompe con el cosmos bien ordenado de la ciudad, con todas las clasificaciones, con el esquema de las identidades individuales. Es por eso que la Gorgona es una máscara, opera a través de la máscara y es siempre presentada como una máscara. La máscara de la persona, y lo que ella oculta, la propia muerte, la propia disolución, se revelan en su juego especular con su doble”… “La Gorgona es la única divinidad que siempre es representada de frente, mirando a quien la mira, mientras que todas las otras son generalmente representadas de perfil. Es, sin duda, una mirada peligrosa, especular, en la que uno puede perderse; una mirada que mata”… “La apertura de la boca de la Gorgona, según Vernant, sugiere una entrada a un abismo. En las antiguas teogonías el caos era representado como una noche original, o bien la noche descendía en forma directa del caos original. En este abismo oscuro no había límites, puesto que nada se había aún desmezclado, separado, formado”… Como también señala Gustavo Faigenbaum, Vernant —a pesar de ser un duro crítico de ciertas interpretaciones psicoanalíticas de los mitos y la tragedia griega— no duda en afirmar que la cabeza de la Medusa Gorgona nos ofrece una cruda representación de los genitales masculinos y que su muerte a manos de Perseo representa una castración (coincidiendo en esto con Freud). “Es muy significativo que el efecto petrificante de la Gorgona está reservado sólo a los hombres, en un tête-à-tête entre el hombre y la mortal mirada de la mujer”, en palabras de Freud… “Decapitar=castrar. El terror a la Medusa es entonces un terror a la castración, terror asociado a una visión (...) La visión de la cabeza de Medusa petrifica de horror (...) El petrificarse significa la erección, y en la situación originaria es, por tanto, el consuelo del que mira”…
¿Medusa, la muerte que mira?… ¿El que mira, muere? ¿Matar mirando? ¿Hay miradas que matan?... —Moriría por una mirada tuya, amor— ¡Cuántas inesperadas asociaciones semánticas y de significados nos ofrecen las palabras combinadas al azar o por capricho del destino! ¡Cómo se revelan los más inquietantes presagios en estas mágicas combinaciones lingüísticas, en estas homofonías alquímicas! Sobre todo si las relacionamos con los mitos, las leyendas, las historias ocultas… Por ejemplo… ¿sabías que la misma trascripción fonética de la palabra “Destino”, en griego, es “Mira”?… —Es media mañana en mi isla doméstica; llueve… el cielo llora y moquea en esta parte del Mediterráneo… Un escalofrío recorre mi espalda desde la nuca… es esa extraña sensación de que alguien te mira a la espalda, te vigila, y se aprende en tu ignorancia todos tus tics y tus sonrisas… ¿Me mira el Destino, es decir me “remira”, o son tus ojos verdes o de avellana o negros como el carbón o del azul del lapislázuli? —moriría por una mirada tuya, amor, aun sin conocerte…
A estas alturas —hablando de miradas fósiles y memoria petrificada— creo que es conveniente recordar el mito de Perseo —que como antes señalé había encontrado refugio y vivía en Serifos— y la Gorgona Medusa… Perseo, hijo de Dánae y del mismísimo Zeus que la había inseminado convirtiéndose en lluvia, aceptó el reto del Rey de Serifos de enfrentarse con la Gorgona y cortarle la cabeza. Medusa era tan horrible que sólo con mirarle al rostro petrificaba al espectador. Para tal proeza Perseo necesitó la ayuda de los dioses: Atenea le prestó un escudo tan pulido que en realidad era un espejo —con el que Perseo pudo ver el reflejo de la cabeza de Medusa sin mirarle de frente y cortársela sin peligro de perecer convertido en piedra; Hermes le entregó una espada-hoz con la que podía cortar la monstruosa cabeza; las ninfas de Estigia le prestaron el casco de Hades que le haría invisible, unas sandalias aladas y un morral de cuero para guardar la cabeza degollada. Retornando a Serifos, una vez obtenida la cabeza de la Medusa, Perseo aún pudo utilizar el poder terrible de la monstruosa Gorgona para salvar a su enamorada Andrómeda y luego para matar al mismo Rey de Serifos y a todos los enemigos de él y su Madre Dánae… —ya saben lo truculentas que son estas historias mitológicas; qué van a ser si no, si los hombres inventaron a sus dioses a su imagen y semejanza…
Han sido muchas y muy variadas las interpretaciones del mito de Perseo y Medusa, sobre todo las de índole psicoanalítico. Sin embargo uno de los más brillantes analistas del mito, J. P. Vernant, es relativamente crítico a este tipo de utilizaciones… Para Vernant —según su comentarista Gustavo Faigenbaum— la muerte es en su aspecto más terrible una figura femenina que adopta la cara monstruosa de Medusa, cuya mirada irresistible transforma a los hombres en piedra. Este autor señala que “el caos en el rostro de la Gorgona, como mezcla de lo bestial y lo humano, lo bello y lo horrible, lo masculino y lo femenino, lo joven y lo viejo, rompe con el cosmos bien ordenado de la ciudad, con todas las clasificaciones, con el esquema de las identidades individuales. Es por eso que la Gorgona es una máscara, opera a través de la máscara y es siempre presentada como una máscara. La máscara de la persona, y lo que ella oculta, la propia muerte, la propia disolución, se revelan en su juego especular con su doble”… “La Gorgona es la única divinidad que siempre es representada de frente, mirando a quien la mira, mientras que todas las otras son generalmente representadas de perfil. Es, sin duda, una mirada peligrosa, especular, en la que uno puede perderse; una mirada que mata”… “La apertura de la boca de la Gorgona, según Vernant, sugiere una entrada a un abismo. En las antiguas teogonías el caos era representado como una noche original, o bien la noche descendía en forma directa del caos original. En este abismo oscuro no había límites, puesto que nada se había aún desmezclado, separado, formado”… Como también señala Gustavo Faigenbaum, Vernant —a pesar de ser un duro crítico de ciertas interpretaciones psicoanalíticas de los mitos y la tragedia griega— no duda en afirmar que la cabeza de la Medusa Gorgona nos ofrece una cruda representación de los genitales masculinos y que su muerte a manos de Perseo representa una castración (coincidiendo en esto con Freud). “Es muy significativo que el efecto petrificante de la Gorgona está reservado sólo a los hombres, en un tête-à-tête entre el hombre y la mortal mirada de la mujer”, en palabras de Freud… “Decapitar=castrar. El terror a la Medusa es entonces un terror a la castración, terror asociado a una visión (...) La visión de la cabeza de Medusa petrifica de horror (...) El petrificarse significa la erección, y en la situación originaria es, por tanto, el consuelo del que mira”…
¿Medusa, la muerte que mira?… ¿El que mira, muere? ¿Matar mirando? ¿Hay miradas que matan?... —Moriría por una mirada tuya, amor— ¡Cuántas inesperadas asociaciones semánticas y de significados nos ofrecen las palabras combinadas al azar o por capricho del destino! ¡Cómo se revelan los más inquietantes presagios en estas mágicas combinaciones lingüísticas, en estas homofonías alquímicas! Sobre todo si las relacionamos con los mitos, las leyendas, las historias ocultas… Por ejemplo… ¿sabías que la misma trascripción fonética de la palabra “Destino”, en griego, es “Mira”?… —Es media mañana en mi isla doméstica; llueve… el cielo llora y moquea en esta parte del Mediterráneo… Un escalofrío recorre mi espalda desde la nuca… es esa extraña sensación de que alguien te mira a la espalda, te vigila, y se aprende en tu ignorancia todos tus tics y tus sonrisas… ¿Me mira el Destino, es decir me “remira”, o son tus ojos verdes o de avellana o negros como el carbón o del azul del lapislázuli? —moriría por una mirada tuya, amor, aun sin conocerte…
Fotos: Serifos, la capital de la isla... Rocas de Serifos; agosto-septiembre 2006
29 comentarios:
Interesante relato sin duda...
Me pasé por tus post, te han quedado cuadrados total!
Un besicos y gracias por avisar
Tengo que salir ahora, luego vuelvo , gracias por tus palabras maestro.
Un beso y una mirada.
U.U
Vaya, Pau, ¡eres un verdadero estímulo para la escritura! Ojalá esta vida que llevo me dejara más tiempo para ello, que es en el fondo lo que más me gusta. Te dejo aquí el link a mi primer relato publicado en papel (tengo sólo tres). Espero que te guste, aunque sobre todo en la puntuación se me nota lo novata.
http://www.booket.com/minisites/certamen_2006/pdf/ganador_2003.pdf
saludos,
Martha
Tengo que leerte con más calma... tiempo, por favooor!
No paras de sorprenderme.
Viajar es SOÑAR
El próximo noviembre quiero ir a correr el maratón de Atenas...espero perderme un poco por Grecia y encontrar incluso la magia de la medusa...
Me encantó tu final.
Besitos.
Curiosas asociaciones semánticas... siempre deseé "petrificarme" en el climax del amor y el sexo, para que ese espasmo de placer no se acabara nunca... Y ahora la Medusa, con su peligrosa mirada se une a esta bacanal de eros y tánatos, de genitales y castración; qué ignorante me siento y a la par, que intuitivamente sabia... todo cobra un nuevo sentido.
Con la descripción de esa isla ubicada en "el lejano occidente,donde se encuentran los límites de la noche",he olvidado que aquí,tambien llueve,
Gracias
Me ha encantado leer este texto...como el resto, la verdad. Yo también he fantaseado con tener una casita en un lugar así, pero me parece que algunas fantasías no son sanas.
Un saludo.
Las imagenes... sin palabras!!! Mas que hermosas. Gracias por presentarlas.
Un abrazo
la mitología griega es un pozo de sorpesas sin fin.
Que ahora recuerde también he asociado alguna vez la Medusa con los ojos:
'si se puede estrangular con los ojos, confieso que la he matado'
un beso.
He empezado embrujada por la belleza de la isla, y casi termino con un escalofr�o. Alguien nos mira... Espero que, si finalmente es la muerte, se mantenga lejos durante mucho tiempo. Besitos.
Pau, son preciosas las fotos de la isla.
Que afortunado tu de poder visitarlas, aunque yo me conformo de verlas a través tus letras.
Pobre Medusa, que pelos, seguro que se morían del susto solo con verla tan despeluchada, parece obra de Llongueras , más que de Perseo.
Y no te mueras por ninguna mirada que me llevaría un disgusto, trasto.
Besos tsunámicos^^
Una mirada... hermosos los puentes que se abren a través de los ojos aún cuando existe el riesgo de quedar petrificado.
Saludos Pau, maravilloso este post.
otra vez tengo que aplaudir. Unas fotos preciosas para una reflexión profunda, bien estructurada y narrada. Lo que te dije en el comentario de mi blog: un escritor en potencia (y en acto, salta a la vista). Seguiremos en contacto. Buenas noches y felices sueños a todos/as.
¿Cómo me van a molestar tus comentarios? Siempre has sido educado, aunque no siempre he comprendido lo que querías decir. Preciosas fotos, y no te olvides del gris, Atenea tenía los ojos grises.
Serifos ya está en mi agenda como destino futuro. Preciosas fotos y espectaculares paisajes.
Gracias por recordarme ese trozo de historia griega de ese modo tan envolvente y gratificante.
Un beso y sigue escribiendo así de bien.
Oh Grecia! el cielo más azul del mundo! que romántico final, me ha gustado mucho.
Besosos salados
:D
que lindo. No sabes cuanto he imaginado ese lugar. Desde que empeze leyendo esas mitologias griegas. Primero obligada (en el colegio) y ahora solo lo hago para so~ar. A veces imagino soy Hecate jiji.
No he podido leerte bien porque tengo tareas y examenes, pero lo poco que he leido solo puedo decir que me encanta! de donde nacen tantas palabras? :)
estoy a punto de hacerme adicta a los escritos de Pau, como soy adicta al Apple Martini
saluditos.
Creo que seré yo la que me compre una casa por esos parajes tan paradisíacos. Ha sido un placer el viaje por esas tierras griegas. Cuántas historias se nos narran...cuando leo algún relato de algun lugar en concreto, si luego voy me imagino como debió ser y dibujo las imagenes en mi pensamiento ayudada por la auténtica escenografía delpaisaje. Un placer de nuevo leerte!!!
Muy bonitas las fotos. Me encanta tu manera de escribir y de expresarte. Se nota que eres una persona con cultura. Lo más que me gustó fue la combinación de palabras.
Yo moriría si no me miraras amor (una combinación nueva jejeje)
Pues mira, estoy en plenos exámenes y no puedo renovar el blog muy a menudo. No te preocupes desde que tenga un momentillo renuevo.
Un besote y gracias por tus visitas.
Inocencia Prohibida
¡Que maravilla de fotos! Parecen irreales, como salidas de un cuento de hadas.
Leyendo este post, lo primero que me vino a la cabeza, fue la Odisea de Homero mezclando realidad con mitología.
Abrazos.
Piedras y tierra que aún cuentan historias. Algo que queda tan lejano desde esta ciudad de cemento armado.
Tres y media, finalizo mi jornada laboral de mentiras por hoy. Otro cuento perfecto para quien quiera leerlo, con cariño entrelazado en cada palabra... Cuán grata sorpresa ver que aquí había alguien dispuesto a contar otra historia a quien necesitara leerla. Estoy cansada de ser siempre quien las narra.
Medusa... Interesante... Toda una mujer fatal de mirada fascinante y cabellos de serpiente y profetisa, que un hombre tiene que abatir para que no lo anule con sus encanto. ¿Visión retorcida? Tal vez, pero si no se pudieran hacer trampas en lo que vemos, la realidad sería muy aburrida.
Por aquí el día también ha sido gris. Tan lluvioso como soñoliento. Arrastra el alma tras de sí. Pero un chaparrón sobre la cara, son gritos de aliento. Y tal vez un resfriado.
P.D. Hay seres que amas aunque nunca conozcas y sí, yo vivo condensada en mis palabras.
No mueras por nadie
ni mueras por mí
ni mueras al girarte...
en todo caso:
VIVE una misma mirada
recíprocamente
por la que morir SOÑAR o resucitar
Tus imagenes me hacen soñar
besos
Qué regalo inesperado las fotos de Sérifos y tu hermoso escrito! La griega impenitente te lo agradece. Llevo muchos años en España y, como en muchas ocasiones, lo primero que me viene en mente es una broma (los griegos bromeamos con todo, cuanto más solemne, mejor). Medusa ve llegar a Perseo y exclama:
-¡Perseo, y yo con estos pelos!
Ahora en serio. Es verdad que la mirada se asocia mucho con el sexo y todo el campo semántico que lo rodea. Supongo que es por la cuestión imaginaria -está en Lacan más que en Freud- que tiene que ver con la mirada. En la tragedia de Edipo, éste se arranca los ojos cuando descubre que se había casado con su propia madre. Castiga su incesto con la ceguera, una castración simbólica. Y todavía se usa tanto la expresión "le sacaré los ojos" cuando se habla de un/a rival en el amor.
Tu blog es un placer y pienso seguir disfrutando de su lectura sin sacarme los ojos.
Un abrazo.
Lo mejor de todo es la asociación sugerente del final :-)
Grecia... pendiente...
Espero que Dánae no diera demasiada importancia al enamoramiento de Zeus era proclive a las mujeres:humanas y divinas. Más bien hablaría de deseo y en algún caso pasión pero transitorias. Imposible imaginarle fiel a una,toda la eternidad( eso no se le puede pedir ni a un Dios)e imposible igualmente que una mujer le diera tantos hijos como para poblar El Olimpo, si fuera una coneja quizá.
Ahhh!!! Vine a descubrirte… ¿estás en tu isla Pau?
Me encantó la sensación de cuando adviertes que te mira por detrás el destino…
En mis primeros años de carrera tenía que diseñar una máscara que luego tenía que construir, para que fuera mi traje en el Carnaval universitario. Adivina cual fue mi personaje “la medusa” aunque yo la creía en realidad bella y por eso inevitable verla. Otra es que siempre me han gustado las serpientes y mira que serpientes en su cabeza simulando el cabello, que además yo soy crespa, total afinidad. Mis miradas no matan eso si no… ja ja. La historia luego la vi en el cine…
De pronto pensé en la muerte de quedarse ciego… Tantas muertes que quedarán por petrificar…
Pau. Una vez en un texto que dedicaste a una amiga tuya un día después de su cumpleaños yo te di mi fecha y te dije que me gustaría un regalo así .Pero acabaste con el Blog antes Pau… y faltan días para mi cumpleaños, no esperaste para ese día después… no esperaste… Leí hoy tu despedida otra vez seguro por eso te estoy reclamando… Cómo hago para no ser literatura… y como ser sin ser literatura… Pau. De que sirven las ciudades llenas de cubos blancos si no hay manos… No lo sé… a veces las cosas pierden total sentido y un día lo adquieren de un pronto a otro, como esa ciudad invisible ¿si me entiendes…? Quiere uno tanto las invisibilidades y solo cosas encuentra… me entiendes Pau…
Besos invisibles
Unes imatges temptadores...
crec que no em caldria tenir una caseta allà...
envoltada d'aquestes pedres delicioses ja em sento com a casa... (i no en facis cap interpretació psicològica, eh? :-)
No és casualitat el magnetisme que hi ha en la fonologia, semàntica...o si més no, m'agrada creure-ho així.
Hi ha mirades que "maten", sí. M'agraden les pedres i certes mirades em xuclen... per pensar-hi...
Sabies que quan es brinda i s'entrexoquen els gots, en grec, es diu "llamas!"...mmm..també per pensar-hi....flames...
Pau,
un bes assoleiat
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