¡Por fin se acabó la melancolía del día de San Valentín y la ñoñería de sus vísperas y vigilias! No digo que no me guste ese sabor agridulce de la nostalgia, que me gusta, sobre todo escribiendo… pero ya vale, o lo agridulce se convertirá en amargor masticando recuerdos… Me gusta reír y sonreír a su tiempo, hacer reír y sonreír a la gente tanto como hacerles pensar y encandilarse con la belleza, o narcotizarles con palabras para que no sufran más de lo debido… Ojalá disfrutara de la virtud de hacer reír con solo leer mis palabras, una por una, como la poseen las fotografías y las imágenes… ¿Habéis pensado en esto alguna vez? La risa y las sonrisas tienen ese poder simpático que nada más verlas nos contagian y acabamos sonriendo también —es lo mismo que con un bostezo, qué curioso…
A estas alturas nadie duda de los efectos benéficos de la risa, con ella se obtiene no sólo una satisfacción placentera, sino también una descarga emocional y un cierto alivio de la angustia y la tensión, y es seguro que tiene propiedades curativas, no ya sólo en sentido psicológico, sino también en el fisiológico. Una risa siempre es contagiosa, es decir contagia sus terapéuticos efectos al resto de humanos aquejados de angustia emocional y/o existencial. La ciencia moderna ha sabido interpretar aquella sabiduría antigua que parece estaba atesorada en el libro perdido sobre “La Comedia” de Aristóteles, reconocer y evaluar las virtudes terapéuticas de la risa. En la actualidad se tratan a través de la risa problemas tales como la depresión, el estrés, la apatía, la falta de comunicación, esa especie de autismo social en la que nos hemos abocado… Una buena carcajada puede mover hasta cuatrocientos músculos, dicen, y favorece la secreción de serotonina, una neuro hormona con efectos calmantes que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos, aumenta la hemoglobina —lo cual previene el infarto—, beneficia el aparato digestivo, ayuda a reducir los ácidos grasos, a eliminar toxinas —lo que favorece la pérdida de peso— y cuántas cosas más... Reír retrasa el envejecimiento de la piel y el rostro —aunque a algunos benditos de “risa floja” les marque para siempre en la comisura de los labios y los ojos y les haga parecer más felices de lo que son en realidad. Cómo me gustaría ser un “sanador”, un chaman, escribiendo palabras que hicieran reír: difundir universalmente mis saberes y técnicas para provocar la risa universal; no sé, a través de un blog personal recomendado por El País o la Petite Claudine, por ejemplo, o en ediciones de libro de bolsillo con tiradas masivas estratosféricas esponsorizadas por Telefónica, por qué no… Lo fundamental es hacer reír a la gente, ¿no?, como sea o con quien sea… Chaplin lo hizo imitando y ridiculizando a Hitler… “Gato negro o gato blanco… lo importante es que cace ratones” —pontificó Felipe González citando a Deng Xiaoping que a su vez se refería a un antiguo proverbio chino de origen confuciano.
La teoría de la risa como liberación se halla estrechamente ligada a Sigmund Freud: El chiste y su relación con lo inconsciente (1905). Según Freud, la técnica del chiste opera mediante incongruencias, absurdos, juegos de palabras, exageraciones, dobles sentidos, etc., y es la misma que la de los sueños. Como los sueños —y también el juego o la literatura—, el humor y el chiste constituyen una suerte de regresión a modos infantiles de actuar y pensar, una forma de escapar de la realidad y sus exigencias; lo mismo que las neurosis y las psicosis, pero no una forma patológica, como éstas, sino gratificante… Por una parte el chiste nos proporciona placer mediante procesos mentales que permiten liberarnos de la necesidad de ser lógicos, morales, realistas, y por otra nos libera también de deseos e impulsos prohibidos de carácter inconsciente, que el chiste disfraza, aliviando así la ansiedad asociada a la manifestación de tales deseos e impulsos. En un chiste, al menos por un momento, la agresividad, la obscenidad o el absurdo nos están permitidos. Para Freud la risa sería un mecanismo de defensa que el Yo utiliza para protegerse de la ansiedad y la frustración...
Sigmund Freud plantea su análisis del chiste bajo una premisa lingüística brillante: las palabras constituyen un material plástico de una gran maleabilidad. Existen algunas que llegan a perder totalmente su primitiva significación cuando se emplean en un determinado contexto —es decir, se desemantizan, “desimantan” sus originales significados. Según el padre de la psiquiatría moderna, el chiste ahorra gasto psíquico, ya que frente al poder limitador del pensamiento coercitivo, el juicio crítico, el humor desinhibe. Para Freud, el humor nos restituye a la infancia, “cuando éramos felices”, restablece el buen ánimo, nos posibilita extraer de él placer. La sorpresa es un elemento clave para la eficacia del chiste: cuando ya conocemos el chiste se pierde la fuerza que supone la sorpresa de lo inesperado —“la esencia de toda sorpresa está en no lograrse por segunda vez”—, y por lo tanto buena parte de su capacidad de provocar placer. Si reímos cuando contamos un chiste que ya hemos contado otras veces es para crear la atmósfera que motive la recepción, estamos pues actuando… No reímos dos veces del mismo chiste —acaso, como mucho, sonreímos; por eso el que cuenta el chiste suele preguntar a su auditorio si lo conoce… —algunas veces reímos por pura formalidad, “por educación”… También para Darwin la causa de la risa adulta parece residir en la sorpresa, lo incongruente e inexplicable: “La causa más común es el hecho de algo incongruente o inexplicable que provoca sorpresa y cierto sentimiento de superioridad al que ríe, siempre que este se encuentre en un estado de ánimo alegre”. Observa Darwin que de la misma forma que nadie puede hacerse cosquillas a sí mismo, porque el lugar estimulado ha de resultar desconocido e inesperado, “de igual modo, respecto a la mente, algo inesperado —una idea nueva o incongruente que rompa la cadena habitual del pensamiento— parece ser un factor de peso para la hilaridad”.
Herbert Marcuse por su parte defendía la posición de que la cultura popular critica mediante su humor y lenguaje “al idioma oficial y semioficial”, y que tal vez fuera la manera más “natural” de protestar y poner al alcance de cualquier persona la “distante altura” y alejamiento de los poderes establecidos. Es en las esferas menos intelectuales en dónde se manifestaría con mayor fuerza y menor auto-represión la libertad de pronunciar “palabras feas” y altisonantes en las historias orales. De algún modo coincide con Freud, para quien la expresión oral grosera con palabras soeces desagradaría enormemente a cualquier persona culta, le produciría vergüenza y sonrojo ajeno… Es por la influencia de la educación —según Marcuse— y las buenas costumbres de la convivencia, lo convencional, que lo que debiera ser placentero —la libertad en el lenguaje— se vuelve objeto de censura y auto represión.
Arthur Schopenhauer —Parerga und Paralipómena; El mundo como voluntad y representación; Estética del pesimismo, etc.— ha sido uno de los pensadores que más lucidamente ha reflexionado sobre la risa y el humor, aun siendo el filósofo por excelencia del pesimismo, o por eso mismo. En su opinión, la risa se provoca ante la evidencia de la “incongruencia entre el pensamiento y la realidad”, es decir, la causa de la risa no es otra que la súbita percepción de la incongruencia entre un concepto y el objeto real… Cuando se busca deliberadamente lo “risible” se produce la broma, y cuando ésta se oculta tras lo serio o su apariencia nos hallamos ante la “ironía”. En muchos aspectos la ironía es lo opuesto al humorismo, en el que lo serio se oculta en este caso tras la broma… —la ironía comienza en serio y acaba en risas; mientras que el humor sigue un proceso inverso. Para Schopenhauer la ironía generalmente va dirigida contra los demás y el humor tiene su principal referente a uno mismo. Por último, el filósofo considera que reír nos resulta agradable y nos proporciona placer porque nos satisface el triunfo del conocimiento intuitivo —forma natural de conocimiento— sobre el pensamiento abstracto, dada su incapacidad para asumir todos los matices de lo real: “ha de resultarnos grato ver de cuando en cuando cogida in fraganti y acusada de deficiente a la razón, ese domine severo, perpetuo y molesto. Por esto la risa está emparentada estrechamente con la alegría”…
Por último señalar que los etólogos consideran que la sonrisa se derivaría del “mordisco lúdico”, como en otros primates no humanos… es decir, de la intención no consumada de morder, se trataría pues de una “sonrisa amistosa sumisa” —algunas veces también motivada por el miedo. Sin embargo la risa es otra cosa, es amigable y de algún modo agresiva; podría cumplir una doble función: por una parte “unir al grupo” —los que ríen juntos— frente al otro, objetivo de nuestras risas; y por otra parte “acosar” al enemigo o extraño —que se sentiría acosado, incluso atemorizado, por el ruido escandaloso de las risas y los movimientos espasmódicos y violentos de los que ríen. También la risa podría estar asociada a la pulsión de juego, un modo de liberar tensiones, provocar contactos físicos y bromas “permitidos” sin el riesgo de respuestas violentas, ejercitarse en alguna destreza en común, sociabilizar el grupo y estrechar lazos de ayuda mutua y competencia limitada, ofrecer estímulos suficientes para el progreso, la superación y la obtención de metas, etc.
—Ah… me faltaba referirme a esas risas compulsivas e irrefrenables que las mujeres tenéis algunas veces al derramaros de placer, o inmediatamente después mientras todavía vuestro cuerpo se estremece… Sí, ya sabes, ese atragantarse con la risa y la saliva que nuestro último beso no pudo o no supo beber… Es una risa de boca y ventrílocua, simultánea y sucesiva, de dientes afuera y con el vientre y en el vientre… Ay, qué delicia, esas risas sin carcajadas, espasmódicas y escandalosas entre nosotros… Por cierto, escribiendo de risas y específicamente de estas risas “orgasmales”… tengo una pregunta “extrema” que haceros: ¿Qué siente, qué le sucede a una mujer, cuando después del éxtasis de su placer, esa petite mort de los afrancesados, y casi sucesivamente a estas risas espasmódicas, llora…? No hay nada más conmovedor que unas lágrimas de mujer tras el amor derramado… ¿Llora por todo o por nada? ¿Es feliz? ¿Tiene miedo a la felicidad? ¿Alguna mujer quiere iniciarme en este gran misterio? Se lo agradecería toda mi vida...
A estas alturas nadie duda de los efectos benéficos de la risa, con ella se obtiene no sólo una satisfacción placentera, sino también una descarga emocional y un cierto alivio de la angustia y la tensión, y es seguro que tiene propiedades curativas, no ya sólo en sentido psicológico, sino también en el fisiológico. Una risa siempre es contagiosa, es decir contagia sus terapéuticos efectos al resto de humanos aquejados de angustia emocional y/o existencial. La ciencia moderna ha sabido interpretar aquella sabiduría antigua que parece estaba atesorada en el libro perdido sobre “La Comedia” de Aristóteles, reconocer y evaluar las virtudes terapéuticas de la risa. En la actualidad se tratan a través de la risa problemas tales como la depresión, el estrés, la apatía, la falta de comunicación, esa especie de autismo social en la que nos hemos abocado… Una buena carcajada puede mover hasta cuatrocientos músculos, dicen, y favorece la secreción de serotonina, una neuro hormona con efectos calmantes que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos, aumenta la hemoglobina —lo cual previene el infarto—, beneficia el aparato digestivo, ayuda a reducir los ácidos grasos, a eliminar toxinas —lo que favorece la pérdida de peso— y cuántas cosas más... Reír retrasa el envejecimiento de la piel y el rostro —aunque a algunos benditos de “risa floja” les marque para siempre en la comisura de los labios y los ojos y les haga parecer más felices de lo que son en realidad. Cómo me gustaría ser un “sanador”, un chaman, escribiendo palabras que hicieran reír: difundir universalmente mis saberes y técnicas para provocar la risa universal; no sé, a través de un blog personal recomendado por El País o la Petite Claudine, por ejemplo, o en ediciones de libro de bolsillo con tiradas masivas estratosféricas esponsorizadas por Telefónica, por qué no… Lo fundamental es hacer reír a la gente, ¿no?, como sea o con quien sea… Chaplin lo hizo imitando y ridiculizando a Hitler… “Gato negro o gato blanco… lo importante es que cace ratones” —pontificó Felipe González citando a Deng Xiaoping que a su vez se refería a un antiguo proverbio chino de origen confuciano.
La teoría de la risa como liberación se halla estrechamente ligada a Sigmund Freud: El chiste y su relación con lo inconsciente (1905). Según Freud, la técnica del chiste opera mediante incongruencias, absurdos, juegos de palabras, exageraciones, dobles sentidos, etc., y es la misma que la de los sueños. Como los sueños —y también el juego o la literatura—, el humor y el chiste constituyen una suerte de regresión a modos infantiles de actuar y pensar, una forma de escapar de la realidad y sus exigencias; lo mismo que las neurosis y las psicosis, pero no una forma patológica, como éstas, sino gratificante… Por una parte el chiste nos proporciona placer mediante procesos mentales que permiten liberarnos de la necesidad de ser lógicos, morales, realistas, y por otra nos libera también de deseos e impulsos prohibidos de carácter inconsciente, que el chiste disfraza, aliviando así la ansiedad asociada a la manifestación de tales deseos e impulsos. En un chiste, al menos por un momento, la agresividad, la obscenidad o el absurdo nos están permitidos. Para Freud la risa sería un mecanismo de defensa que el Yo utiliza para protegerse de la ansiedad y la frustración...
Sigmund Freud plantea su análisis del chiste bajo una premisa lingüística brillante: las palabras constituyen un material plástico de una gran maleabilidad. Existen algunas que llegan a perder totalmente su primitiva significación cuando se emplean en un determinado contexto —es decir, se desemantizan, “desimantan” sus originales significados. Según el padre de la psiquiatría moderna, el chiste ahorra gasto psíquico, ya que frente al poder limitador del pensamiento coercitivo, el juicio crítico, el humor desinhibe. Para Freud, el humor nos restituye a la infancia, “cuando éramos felices”, restablece el buen ánimo, nos posibilita extraer de él placer. La sorpresa es un elemento clave para la eficacia del chiste: cuando ya conocemos el chiste se pierde la fuerza que supone la sorpresa de lo inesperado —“la esencia de toda sorpresa está en no lograrse por segunda vez”—, y por lo tanto buena parte de su capacidad de provocar placer. Si reímos cuando contamos un chiste que ya hemos contado otras veces es para crear la atmósfera que motive la recepción, estamos pues actuando… No reímos dos veces del mismo chiste —acaso, como mucho, sonreímos; por eso el que cuenta el chiste suele preguntar a su auditorio si lo conoce… —algunas veces reímos por pura formalidad, “por educación”… También para Darwin la causa de la risa adulta parece residir en la sorpresa, lo incongruente e inexplicable: “La causa más común es el hecho de algo incongruente o inexplicable que provoca sorpresa y cierto sentimiento de superioridad al que ríe, siempre que este se encuentre en un estado de ánimo alegre”. Observa Darwin que de la misma forma que nadie puede hacerse cosquillas a sí mismo, porque el lugar estimulado ha de resultar desconocido e inesperado, “de igual modo, respecto a la mente, algo inesperado —una idea nueva o incongruente que rompa la cadena habitual del pensamiento— parece ser un factor de peso para la hilaridad”.
Herbert Marcuse por su parte defendía la posición de que la cultura popular critica mediante su humor y lenguaje “al idioma oficial y semioficial”, y que tal vez fuera la manera más “natural” de protestar y poner al alcance de cualquier persona la “distante altura” y alejamiento de los poderes establecidos. Es en las esferas menos intelectuales en dónde se manifestaría con mayor fuerza y menor auto-represión la libertad de pronunciar “palabras feas” y altisonantes en las historias orales. De algún modo coincide con Freud, para quien la expresión oral grosera con palabras soeces desagradaría enormemente a cualquier persona culta, le produciría vergüenza y sonrojo ajeno… Es por la influencia de la educación —según Marcuse— y las buenas costumbres de la convivencia, lo convencional, que lo que debiera ser placentero —la libertad en el lenguaje— se vuelve objeto de censura y auto represión.
Arthur Schopenhauer —Parerga und Paralipómena; El mundo como voluntad y representación; Estética del pesimismo, etc.— ha sido uno de los pensadores que más lucidamente ha reflexionado sobre la risa y el humor, aun siendo el filósofo por excelencia del pesimismo, o por eso mismo. En su opinión, la risa se provoca ante la evidencia de la “incongruencia entre el pensamiento y la realidad”, es decir, la causa de la risa no es otra que la súbita percepción de la incongruencia entre un concepto y el objeto real… Cuando se busca deliberadamente lo “risible” se produce la broma, y cuando ésta se oculta tras lo serio o su apariencia nos hallamos ante la “ironía”. En muchos aspectos la ironía es lo opuesto al humorismo, en el que lo serio se oculta en este caso tras la broma… —la ironía comienza en serio y acaba en risas; mientras que el humor sigue un proceso inverso. Para Schopenhauer la ironía generalmente va dirigida contra los demás y el humor tiene su principal referente a uno mismo. Por último, el filósofo considera que reír nos resulta agradable y nos proporciona placer porque nos satisface el triunfo del conocimiento intuitivo —forma natural de conocimiento— sobre el pensamiento abstracto, dada su incapacidad para asumir todos los matices de lo real: “ha de resultarnos grato ver de cuando en cuando cogida in fraganti y acusada de deficiente a la razón, ese domine severo, perpetuo y molesto. Por esto la risa está emparentada estrechamente con la alegría”…
Por último señalar que los etólogos consideran que la sonrisa se derivaría del “mordisco lúdico”, como en otros primates no humanos… es decir, de la intención no consumada de morder, se trataría pues de una “sonrisa amistosa sumisa” —algunas veces también motivada por el miedo. Sin embargo la risa es otra cosa, es amigable y de algún modo agresiva; podría cumplir una doble función: por una parte “unir al grupo” —los que ríen juntos— frente al otro, objetivo de nuestras risas; y por otra parte “acosar” al enemigo o extraño —que se sentiría acosado, incluso atemorizado, por el ruido escandaloso de las risas y los movimientos espasmódicos y violentos de los que ríen. También la risa podría estar asociada a la pulsión de juego, un modo de liberar tensiones, provocar contactos físicos y bromas “permitidos” sin el riesgo de respuestas violentas, ejercitarse en alguna destreza en común, sociabilizar el grupo y estrechar lazos de ayuda mutua y competencia limitada, ofrecer estímulos suficientes para el progreso, la superación y la obtención de metas, etc.
—Ah… me faltaba referirme a esas risas compulsivas e irrefrenables que las mujeres tenéis algunas veces al derramaros de placer, o inmediatamente después mientras todavía vuestro cuerpo se estremece… Sí, ya sabes, ese atragantarse con la risa y la saliva que nuestro último beso no pudo o no supo beber… Es una risa de boca y ventrílocua, simultánea y sucesiva, de dientes afuera y con el vientre y en el vientre… Ay, qué delicia, esas risas sin carcajadas, espasmódicas y escandalosas entre nosotros… Por cierto, escribiendo de risas y específicamente de estas risas “orgasmales”… tengo una pregunta “extrema” que haceros: ¿Qué siente, qué le sucede a una mujer, cuando después del éxtasis de su placer, esa petite mort de los afrancesados, y casi sucesivamente a estas risas espasmódicas, llora…? No hay nada más conmovedor que unas lágrimas de mujer tras el amor derramado… ¿Llora por todo o por nada? ¿Es feliz? ¿Tiene miedo a la felicidad? ¿Alguna mujer quiere iniciarme en este gran misterio? Se lo agradecería toda mi vida...
Foto: Ayhuthaya, Thailandia; diciembre 1995
26 comentarios:
Buenas. Luego iré con el texto, porque de momento estoy ojeando su perfil. Una duda: ¿el 'Crash' citado es la película recientemente oscarizada (que no he visto) o la maravilla filmada y escrita por Cronenberg y Ballard respectivamente?
saludos
La de Cronenberg y Ballard, aunque la de Haggis también está bien... las tengo las dos en DVD... Con respecto al perfil, se va haciendo poco a poco... al igual que la "farmacopea"...
Ay, Pau, qué pregunta más difícil haces. Se llora por tantos motivos como se rie una en ese momento. Yo, particularmente, lloré una vez, de pena y tristeza, porque sabía que ese momento amoroso iba a ser una despedida... no fue felicidad derramada, sino un adiós desde mi piel a su ser entero...
En mi caso,las lágrimas son consecuencia de la felicidad, pero de una felicidad casi estética: tras el placer de sentir, el placer de contemplar los cuerpos desnudos, el desorden de ropas... no sé.
Creo que cuando vi las esculturas de Miguel Angel sentí algo parecido (puro síndrome de Stendhal).
Se derrama el alma en las lágrimas, y quien sabe, talvez el misterio mismo es el que habla. Sólo una expresión del ser quiza con el alma adecuada, que quizas conglan una despedida ya escrita.
Gracias por pasarte por mi blog, majo! y si, la risa es, como me dijeron a mi un día, el orgasmo de la mente...
Besicossssss
Pues sí Pau se terminó el universo happy flower de los corazones, ahora volveré a ver corazones donde otros no ven, de verdad entrar en un local lleno de corazones me daba una angustia, la mejor sonrisa se la robé yo al chico que trabaja en la piscina cuando le regalé una margarita ayer... me encanta ir robando sonrisas, ójala te la robe a ti en este momento...
Es el momento de ser mujer, no hay ningún otro rol, ni profesional, ni maternal, ni marujil, sólo se siente mujer, siente todos y cada uno de sus poros, sus extremidades, su piel, en una conexión absoluta entre cuerpo y mente. Tras esos segundos en los que una toca el cielo con los dedos, baja y vuelve a la realidad. La felicidad no da miedo, lo que da miedo es la realidad y el no poder exprimir más veces y con más intensidad los momentos felices.
Gracias por tu visita.
Estoy de acuerdo con Belén en lo del orgasmo de la mente, me parece además una forma muy bella de expresarlo.
Me gustó la arterapia, por cierto, seguiré leyendo si a usted no le molesta.
Saludos
Jajaja, Pau, has hecho la pregunta del millón.
Yo diría que se llora por todas las cosas que pusiste, depende del momento. Se llora por la misma razón que se ríe, que es la emoción desbordada. También puede ser algo externo, como los rollos, tristezas y preocupaciones que salen en un momento de absoluta vulnerabilidad.
Y ahora tengo una pregunta para tí... ¿sabes si la risa es aprendida o no? O sea, entiendo que la mueca es un reflejo, pero el sonido y el relacionarlo con cosas "graciosas"?
que yo sepa, no me rio cuando echo un polvo... llorar sip, en determinadas ocasiones, cuando el pibe ha sido un desastre en la cama, luego se acumulan todas las pajas mentales, y sigues llorando preguntándote que por qué sigues con ése impotente- eyaculador precoz...
En cuanto a la felicidad... no se es feliz por naturaleza, hay que buscar la misma y construirla día a día, aunque mi teoría es más bien que un instante de placer, alegría y bienestar, siempre se quedará anulado por el eterno sufrimiento...
gracias x pasarte x mi blog!!!
¡por Diorrr, pau, que me sobrecoje tu cultura! Esa que yo llevo prendida con alfileres inseguros y tú hilvanas como en un "lalala.. pasabaporaquí... lalala".
¡Qué máquina! :O
Disiento (serácosadelapésimamemoria) en la incapacidad de reír sana y abiertamente la segunda vez que se oye un chiste: jamás los recuerdo.
Me temo que no encuentro (tal vez es un problema personal de interpretación del texto) un análisis sobre la risa egoísta, la cruel, la que provoca el mal ajeno. ¿Porqué nos reímos tanto de eso? No es una risa lúdica... y sin embargo, supongo que fisiológicamente pueda ser igual de terapéutica... ains.
En cuanto a tu(s) última(s) preguntas... ¿no has llorado nunca de felicidad plena? Pues parecido: de absoluta plenitud también se llora.
BUENAS BUENAS!!!! Cuantos temas!!
VAMOS POR PARTES DIJO JACK,
EL DESTRIPADOR!
Antes que nada le cuento, que yo soy una persona que suele hacer reír a los demás con facilidad y saca sonrisas hasta en los momentos más drámaticos. Velatorios, crisis de salud, vínculos que se cortan, etc, Siempre con respeto y ubicación, Y sí, la persona que sufre al reirse, se relaja y por un instante olvida lo que le aqueja y es otra. Yo en lo personal, con lograr ese instante de carcajada, siento que le dí un segundo de esperanza, un momento de alivio a su angustia que lo envuelve.
Pero claro, es una vía de escape para ambos no sólo para que el sufre, Por otro lado, no creo que esto sea un don, más bien creo que es un ejercicio y depende mucho de práctica y de la mente. En mi caso personal, crecí en una familia con una realidad muy cruda, y mi humor, era mi forma de escapar y de sobrevivir a tanto dolor. También lo fue la imaginación y la creatividad en gran medida; es por esto que risa, humor y creatividad van juntas!
Usted Llanes con todo ese cerebro y conocimiento que tiene, conjugándolo con la vida mísma, debe ser un gran reidor.
Por otra parte usted dice:"Cómo me gustaría ser un “sanador”, un chaman, escribiendo palabras que hicieran reír: difundir universalmente mis saberes y técnicas para provocar la risa universal; no sé, a través de un blog " BASTA TIO! no pienses más en "me gustaría" hazlo y listo!! Con pensarlo no se concreta, con desearlo solamente, tampoco.
Pero claro, sepa que los que hacemos reír, no nos reímos tan fácil, quizás el humor inteligente nos hace reír más que el vulgar. Quizás hacemos reír, pero estamos "repartiendo medicina", no siempe nos reímos nosotros de lo que decimos.
Lo que es cierto es que lo mejor que le puede pasar a una persona en la vida, es poder reírse de sí mismo! CLARO! eso es excelente!yo muchas veces me río de mí misma y me sorprendo de mi propia persona. Es sano, uno debe aprender a reirse de si mismo, así se perdonan muchas cosas. :D
Y ahora su pregunta con respecto a la risa y el llanto, como culminación. Y sí , es como dijeron por ahí, consecuencia de la "onda expansiva" del orgazmo. Imaginate tanto placer, tanta energía en la limitación de un cuerpo, que al no poder ser contenida, que nos lleva a retorcernos como quien quiere sostener un poco más..... y ahí se escapa en carcajada incontenida o en lágrimas que se escapan del brillo de esos ojos, que creyeron ver por un momento el misterio de la vida.:D
Como un volcán que hace erupción, como una botella que libera su corcho y larga su espuma, como un pozo de petróleo que luego de mucho entrar y salir la máquina, larga su chorro negro sin control, como miles de imágenes que liberan esa energía contenida.
En fin, es la expresión misma del cuerpo, la mente y el alma, que han sido en medida extasiados.
No son lágrimas de angustia, son lágrimas de plenitud!
No son risas burlonas, es que has dado en la tecla!
En fin, bien por tí si la has hecho reir!
PD: nos pides que hablemos, nos cuentas lo que todos piensan del tema; pero nuevamente muy poco sobre lo que tu crees al respecto. Vamos Pau, es un blog, abrete tú también, cuentános más sobre lo que tú crees.
Esta claro que del amor, no puedes escapar, arrancas con San Valentín y que le quieres poner fin y terminas con recuerdos de unos de tus mejores momentos con una mujer.
Hola Pau, lo primero gracias por pasar por mi blog y lo segundo, otras mil gracias más por tus inexplicables halagos.
Pasaré por tu rincón y lo leeré detenidamente. Saludos y suerte con tu nueva andadura bloggera!
me quedé extasiada con lo escrito en tu perfil!...
y sobre el texto y respondiendo a tu úlima pregunta...yo solo he llorado una vez tras un gran petite mort...pero fue de pena por ser la última vez que veía a esa persona...
ahora, eso sí...yo río por todo...y si es por tocarme, tengo cosquillas hasta en las uñas!!!!!!!!!!!!!!
besitos y gracias por tu visita.
Una sonrisa para ti y para todos lo que estais por aqui!!! Es una sonrisa de oreja a oreja :-D Buen fin de semana a todos.
¡Hola Pau! Gracias y bienvenida a mi casita!
Generalmente cuando se llora después de un orgasmo es de felicidad infinita, por estar con ese ser, talvez inalcanzable ó magnificado en nuestra mente:
Besos y sonrisas. :)))
Pasaba por aquí y me ha gustado mucho tu blog, gracias.
No sabéis cuánto aprendo de vuestros comentarios y lectura: siempre escribo para alguien, le conozca o no, o forme parte ya de mis recuerdos... No sé escribirme para mí mismo ni para mí solo... Por eso vuestros comentarios , la lectura de vuestros blogs,me dan la oportunidad de dirigirme a todos en general, lectores, y a alguno en particular cada vez. De pronto, de vuestras palabras salta la chispa y se inaugura un prodigioso arco voltáico que hará nacer un nuevo texto, nuevas palabras... así creo, a pura descarga de afectos que me electrocutan y estremecen de puro placer (literario)...
Agradezco en especial las aportaciones femeninas y sus experiencias:
A demolition, por la sinceridad de tus recuerdos (sí, las despedidas duelen como un tiro a quemarropa y hacen llorar aunque queramos o no).
Iris: entiendo tanto la felicidad estética como la estática, es decir del que no quiere más que seguir siendo feliz... Y en cuanto al placer de contemplar los cuerpos desnudos, el desorden de las ropas, etc., o las esculturas de Miguel Ángel, eso tiene que ver con el sentimiento de la belleza o de lo sublime (al respecto escribí en este blog mi experiencia de lo sublime y el deleite de la belleza en una experiencia reciente en la Selva del Amazonas; podéis releerlo si os apatece: "Experiencias de lo sublime y lo bello en la Selva del Amazonas)... Pero no me digas, Iris, que es como el síndrome de Stendhal, que tal síndrome tiene que ver con la sobreabundancia y exceso de impactos de belleza... y claro, mujer, parece que tus lágrimas fueron provocadas por una orgía... ¿cuántos?... jajajaja...
A Alicia Cabello le agradezco que venga de tan lejos para leerme y escribirme sus palabras tan sinceras...
Gracias, Belén, por tus letras y genial referencia, sobre todo porque sé lo atareda que estás escribiendo en tu blog para tanta gente... gracias por esa cita amiga: "la risa es el orgasmo de la mente"... Pues eso: que me corro de la risa, e invito a todos a participar en una corrida universal... Todos los chinos saltando de sus sillas no cambiarían un ápice la trayectoria de la tierra, pero toda la humanidad corriéndose al unísono estremecerían el sistema solar por lo menos... ¿probamos?...
Cinderella: un día de estos te muestro los zapatos de satén rojo que una mujer desconocida me regaló en Zacatecas, México, en una de las situaciones más mágicas que he vivido... en la caja había escrito con letras minúsculas. "Just do it" (hazlo!)... Me hiciste sonreír, pero no me robaste, te lo regalé...
Ornella: bienvenida... gracias por tu aportación. Creo que es así como dices...ese poder de mujer, esa voluntad de ser mujer, es un sagrado misterio que los hombres creo carecemos con respecto a nuestra masculinidad... acaso somos hombres por inercia, no sé si sabríamos hacer otra cosa (peor)... jajajaja...
Avatar: le dejo leerme hasta que se le quemen las pestañas... bienvenido... No sabe cómo disfruto leyéndole y navegando por su blog... considere mis letras mi peaje por correr por sus autopistas literarias...
Denise, ¿el millón para ti, para mí o a medias?... También tus preguntas me hacen reflexionar... te daré mi respuesta directamente en tus entrañas, es decir en tu correo; investigaré...
Lady sisiak: jajajaja... me ha encantado... yo nunca he tenido un rollo con un eyaculador precoz... jajajaja... alguna suerte teníamos que tener los hombres heterosexuales, ¿no?... Ah... y tu pensamiento acerca de la felicidad ponle copyrigth... y ponla a subasta en ebay!!!
Ispilatze, mi niña del norte, me sonrojo y corro de vergüenza por tus piropos y halagos... qué bueno encontrarnos por Dianna (pobrecita, creo que su Pc se averió y la tendremos ausente unos días). Te leo, lo sabes, y he leído tu texto acerca de Luo salomé... Ese decálogo que reproduces fue es mi decálogo desde que supe de él... mira tú por donde que ya sabes uno de mis secretos literarios...
Anónimo/a: Inmensas gracias por tu aportación... Envidio tu virtud...Eres creativo/a, tienes gracia y la gracia (del luchador, del guerrero, que es tu fortaleza)... Pienso acerca de tus sugestivas interpretaciones, sobre todo eso de reírse de nosotros mismos... eso es lo que nos pasa a los españoles, por lo general no tenemos sentido del ridículo y así nos va... hay demasiado orgullo; el exceso de orgullo da risa... Y sobre el volcán... ummm... un día pongo un texto acerca de volcanes y tsunamis sentimentales... Ah... y no es el recuerdo de un instante sublime con una mujer... Es el RECUERDO sublime de la MUJER, así, en mayúsculas...
La miss: te halago y te piropeo porque me gustó leerte tanto como te dije en tu casita... sigue... lo haces muy bien... Punto. Un día te leeremos miles, millones...
Sylvie: qué bien saber de tus cosqueillas en las uñas... (dicen que una mujer se pierde por sus cosquillas y por reír... ummmm...). Veo que coincides con algunas otras que se llora en las despedidas y en su presentimiento... ¿Y no será que se llora por cobardía? Despedirse es un acto de cobardía por alguna u otra parte...
Cucalella, qué bien que te aficionaste a mis letras, ojalá te envicie... jajajaja... Voy a tus lugares políglotas esperando algo nuevo cada día...
Kukilin; gracias tus sonrisas... y tus besos, no sabes cómo me saben a gloria, a dulce de leche... (me relamo)...
D2: acomódate y lee... gracias
Gracias a todos nuevamente... Me salió largo me valió la pena (sic)... digo el placer... Ciao... esta noche pongo algo que me vino a la cabeza cuando leí una frase de uno de vosotros: sorpresa...
Bufff cuántos cosas has dicho en un sólo post...
Bueno la risoterapia existe desde luego y creo que funciona, vamos una vez que consigues borrar de tu mente la imagen de ti mismo riendo como un tonto ante un montón de gente que hacen lo mismo....
Yo siempre he procurado el partido de reirme de la vida, de mi mismo, de todo....
No lloro de felicidad... si soy feliz me río más....
Un blog interesante
volveré
Sonreir es un acto generoso sin duda.
El sentido del humor es rasgo de inteligencia.
La última pregunta...
cada caso tendrá su posible respuesta. He ahí el misterio de la entrega.
Un saludo y nos visitamos.
Dije en cuanto tenga un momento paso por su casa y le leo, jajaja, menos mal que tenía un momento largo, yo , como muchos, a veces robo los minutos de mi tiempo (laboral) para leer un par de post o más si me da tiempo, pero los tuyos son largooooooossss, así que paseare por aquí cuando sepa que dispongo de él, porque me ha gustado leerte.
Yo no he llorado nunca en ese momento... reír sí, por supuesto, es un momento post- placentero para reír y disfrutar de la compañía.
Un placer conocer tu blog, volveré (guiño)
Besosos salados
Hummm, que post más completito Pau.
La verdad es que he podido llorar de frustración, después del momento que indicas y los motivos han podido ser varios, ahora no los recuerdo, no me debieron marcar demasiado jajaajj.
Y reirme, ainsss , yo me río ya de todo...
Besos corazón^^
y terminé mi ruta ahí, Pau...
Lo que sí que esta mañana no alcancé a leer el último párrafo, es decir, la pregunta extrema.
Hace pocos días viví una situación de coctail de risas, en una de las clases con mis leoncitos de seis años. El detonante fueron las carcajadas irreprimibles de un niño que no encontraba la forma de explicar su invención musical que tenía en mente (el pobre, se bloqueó...). Los otros se rieron por contagio de risa. Y yo, primero estaba seria (para no perder el control del grupo) y luego no pude más al ver la absurdidad de la situación, el hecho de aguantarme las ganas de destornillarme también con ellos. Increiblemente terapéutico.
La pregunta "extrema". No la sé. De reír, sí. De llorar, no.
Saludos, aún, lluviosos...
Pau
Cuanta risa!!!! tu final!!! sos tan maluco ja ja ja ja ja!!!! No dudo de que en persona hagas reir mucho a las personas.
Bueno, pues hoy vine por aquí, de melancolía pasé a risa, ya eso es demasiado.
Beso
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